Decir que el clarinete fue inventado a comienzos del siglo XVIII, como afirman algunos tratados, no se ajusta a la realidad si tenemos en cuenta los antecedentes históricos y algunas investigaciones modernas según las cuales existía anteriormente como bombarda popular en forma cilíndrica y corta, ya con lengüeta batiente, cortada en la misma caña de la boquilla, o separada y atada a ella.
Estos instrumentos, conocidos generalmente por su nombre francés “Chalumerau”, fueron a finales del s. XVII el punto de partida de los trabajos emprendidos por Johann Denner,1 fabricante de instrumentos, con idea de actualizarlos y mejorarlos.
No obstante,
no debemos omitir el hecho de que el clarinete tiene sus orígenes en las
culturas de la antigüedad. El tubo de madera o de caña con distinto número de
agujeros está muy generalizado en las culturas tanto orientales como
occidentales.
Detalle ánfora del s. V a.C.
British Museum |
Lo que verdaderamente nos lleva a las particularidades del
clarinete, son los instrumentos que se les hace sonar por medio de una caña o lengüeta
simple vibrante sobre la abertura u orificio longitudinal efectuado en un lado
del extremo del tubo. Las variantes que este sistema permite, daban origen a muchas
formas de construcción donde las materias naturales y propias de los países
eran elementos fundamentales en la misma.
El nombre de estos instrumentos dependía como
es lógico de las culturas y de las lenguas donde eran utilizados pero una denominación
que nos relaciona directamente con el clarinete moderno es el de caramillo.2
Este antiquísimo instrumento corresponde en una de sus versiones al clarinete
aunque en otra de las versiones nos lleva a los oboes.
El interprete de la derecha toca un caramillo.
El de la izquierda toca un alboque o chirimía vasca
|
ANTECESORES POPULARES
DEL CLARINETE EN LAS CULTURAS NO OCCIDENTALES
Si nos remontamos atrás, no hay duda
de que el clarinete procede del antiguo Egipto: encontramos vestigios de este
instrumento en el siglo III a.C. y vemos que se extendió principalmente por el
mundo árabe y por los países de Europa. Es raro encontrarlo en Asia pero, tanto
en el África Negra como en algunas regiones de Sudamérica, presenta las formas
más elementales. Hay que destacar, por otra parte, la existencia de clarinetes
múltiples- normalmente dobles- en algunas partes del mundo.3
Dentro de los clarinetes
primitivos el continente africano presenta los tipos más llamativos de
instrumentos “idioglóticos”. El ejemplar mas destacado es el clarinete
travesero llamado “boumpa” (Alto Volta) y “papo” (Benin). El “boumpa” es un
grueso tallo de mijo con una lengüeta batiente situada cerca de un extremo, y
un agujero lateral cerca del extremo opuesto; en cada punta del tallo se coloca
una pequeña calabaza agujereada con dimensiones variables, la cual amplifica el
volumen sonoro del instrumento y modifica ligeramente su timbre. El músico que
sostiene el tallo transversalmente, sopla y aspira alternativamente a la altura
de la lengüeta, que queda totalmente cubierta por los labios, al mismo tiempo
que actúa sobre el agujero lateral tapándolo o destapándolo con el pulgar. La
sonoridad evoca la de un saxofón.
El “bikkoy” (Norte de
Camerún) es un instrumento tallado en una vara de mijo aun verde, conserva uno
de sus extremos abiertos mientras que el que se encuentra cerca de la lengüeta
esta tapado por un nudo natural o bien por una pequeña membrana de capullo de
araña.
Se sostiene en posición
transversal, introduciendo toda la parte donde se halla la lengüeta en la boca.
El instrumento produce un sonido que se ha comparado con los “gritos de un
grupo de niños”.
Los clarinetes sencillos
de los indios de Sudamérica suelen presentar la lengüeta tallada en el mismo
tubo de caña, y a menudo van provistos de una calabaza de resonancia en su
extremo inferior; estos instrumentos presentan tres o cuatro agujeros para
tocar. Los indios Camayura de Brasil tocan el “urua”, enorme clarinete doble
que puede superar los dos metros de largo, compuesto por dos tubos de caña de
distinta longitud, unidos entre si superficialmente. Las lengüetas están dentro
de los tubos y no se introducen en la boca.
Hablando sobre los clarinetes árabes destacaremos el clarinete doble llamado “arghoul” y que se halla extendido por la mayor parte
de los países del Próximo Oriente y del
norte de África. Debe distinguirse entre el “Arghoul” y el oboe “Zorna”. Su
procedencia sigue siendo desconocida, pero esta ligada a las civilizaciones de
la región mediterránea. Su construcción sigue siendo hoy en día rudimentaria y
normalmente se emplea como instrumento pastoril o con ocasión de fiestas
populares en las que invariablemente aparece acompañado por las percusiones. Se
compone de dos tubos cilíndricos paralelos, de caña o de madera, pegados o
atados juntos: los tubos del “Arghoul” egipcio son desiguales, pudiendo
alcanzar o sobrepasar uno de ellos los dos metros de largo en casos observados
en la región de Port-Said. Cada uno de ellos posee su lengüeta batiente tallada
directamente en el tubo, cuya embocadura forma una lengüeta rectangular. Es
frecuente encontrar insertadas en el extremo superior de los tubos pequeñas
varillas de caña de las cuales se tallan las lengüetas. Estos tubos presentan
agujeros anteriores equidistantes, situados simétricamente entre si, el numero
oscila de cuatro a seis.
Arghoul |
Los dos
tubos permiten emitir la melodía junto con la nota tonal que hace de bordón. El
instrumento puede llevar tres tubos estrechamente unidos, pero de distinta
longitud: en este caso, el tubo central es melódico mientras que los laterales
actúan de bordón. El instrumento se sostiene de pie con ambas manos y apoyado
en los pulgares.
Excepto el meñique, tres dedos de la mano derecha se mueven
sobre los agujeros superiores mientras que los mismos dedos de la mano
izquierda actúan sobre los agujeros inferiores. Las lengüetas se introducen en
la boca y la respiración se efectúa exclusivamente por la nariz ya que la
cavidad bucal mantiene constante un volumen de aire que impide cualquier
modificación del timbre. Pero los agujeros simétricos producen sonidos
ligeramente distintos que favorecen un curioso efecto de falso unísono, en un
registro uniformemente agudo en el que los agudos pueden llegar a ser
estridentes.
Tubri |
Nos queda hablar de los clarinetes de Asia donde no
han prosperado y donde sus usos, esencialmente populares, siguen siendo
limitados. El “tubri” indio (nasabangsi), consta de dos tubos de caña
con lengüeta batiente insertados en una calabaza común que hace de embocadura y
de cámara de aire; uno de los tubos presenta agujeros que permiten obtener la
escala “hanumatoda”, mientras que el segundo es un tubo que hace de bordón. Es
el instrumento empleado por los encantadores de serpientes.
El “cai-ken-doi”
vietnamita está compuesto por dos cortos tubos de bambú, cada uno de los cuales
lleva una lengüeta batiente y siete agujeros; en las ceremonias funerarias del
norte de Vietnam se toca siempre junto con un oboe.
El “murali”
es una especie de clarinete doble empleado en la música popular del Rajastán,
destinado a las improvisaciones melódicas y rítmicas, a menudo acompañado por
la viela sarinda. Consta de tres partes: un tubo para soplar, que se prolonga
en un depósito de madera colocado boca abajo y de mayor diámetro, y otros dos
tubos de sección cuadrada unidos entre sí. Estos tubos están unidos al depósito
mediante un manguito de cera son de sección cilíndrica y contienen lengüetas
batientes: el de la derecha, con siete agujeros es melódico; el otro, con tres
agujeros, hace de bordón y da la tónica;
el músico afina este tubo tapando
parcial o totalmente uno o dos agujeros con pequeños tapones de cera. El
depósito del “murali” aparece profusamente decorado: está envuelto en una vaina
que lleva espejitos y bordados así como una franja de perlas y un largo cordón
tejido con borlas. Los dedos de ambas manos actúan libremente sobre los agujeros del tubo melódico; la técnica,
que consiste principalmente en adornos y pasajes realizados a una velocidad
poco común, se presta al más alto virtuosismo.
Algunas
regiones del Asia soviética conocen clarinetes rústicos-como el “dilli-tjujdjuk”
de Turkmenia, hecho de caña, y con tres o cuatro agujeros, y el yasti-baraban”
del Daguestán que presenta ocho agujeros anteriores y uno posterior para el
pulgar-estos clarinetes forman parte de los conjuntos populares de danza.
DEL “CHALUMEAU” AL CLARINETE DEL SIGLO XX
Chalameau |
Partiendo
de la estructura original del “chalumeau”, el instrumento comenzó por variar
los tubos cilíndricos construyéndolos en madera, trabajados a torno y cortados
en varias secciones; ajustó el pabellón de forma cónica y aumentó su longitud
hasta llegar a los 50 cm .
Modificó el sistema de embocadura4 variándolo al suprimir la cánula
y dejar la boquilla con la caña para ser tomada directamente por el
instrumentista, con lo cual se consigue una mayor facilidad y flexibilidad en
la interpretación. En lo referente a los agujeros, el “chalumeau” tenía 7
repartidos así: 3 para la mano derecha y 4 para la izquierda, uno de ellos para el pulgar.
A esta distribución,
Denner agregó dos pequeños orificios colocados uno al lado del otro que se
accionaban con el dedo meñique de la mano derecha. Colocó, además, dos llaves,
una para el meñique de la mano izquierda y la otra para el índice de la misma
mano. Con este instrumento conseguía el Si3 con el tubo abierto y bajar, con
todo el tubo tapado, hasta el Fa grave (Fa2). Este instrumento tomó el nombre
de clarito.5 El nombre del clarinete no aparece mencionado hasta
1.732 en el “Musikalische Lexicon order Musikalische bibliothek”.6
A partir de este momento, el clarinete se convierte en un
instrumento con mayores posibilidades con lo cual se empieza a contar con él de
manera progresiva y los compositores lo van incluyendo en sus obras. Dicho de
otro modo, su evolución se produce de forma paralela a la de la música y como
consecuencia, sus necesidades técnicas7 serán cada vez mayores. Recordemos unas breves referencias
históricas para situar la forma en que se produjo la citada evolución, y
conocer los compositores que lo utilizaron en sus partituras. En 1720, Joseph Faber,
maestro de capilla de Anvers, lo utiliza en la orquesta, y por esta
época también lo emplea Vivaldi. Para los primeros conciertos de clarinete,
escritos probablemente por Johann Melchior Moltel (m 1765) maestro de capilla
de Bade Durlach en 1747, se utilizó un clarinete de 3 llaves. Estas obras
tienen cierto encanto y conservan el estilo típico del clarito o clarín; tienen
la sonoridad alta y clara de la trompeta de la época y requieren una
articulación muy ágil.
En 1748 aparece una reseña en el “Berron’s Worchester Joumal”
mencionando el instrumento; al año siguiente fue escuchado en París en el
estreno de la ópera “Zoroastro” de Rameau, y se dio a conocer en Frankfort.
Tres años más tarde, en 1751, Rameau lo incluye
de nuevo en su ópera “Acante et Céphise”.
En 1753 el Concert Spiritual de París lo emplea en las sinfonías
de Johann Wenzl Antón Stamitz (1717-1757), y poco tiempo después el clarinente
entra a formar parte de la famosa Orquesta de Mannheim y de la orquesta de la
capilla del Rey Luis XV, Fraçois-Joseph Gossec (1734-1829) uno de los creadores
de la sinfonía lo incluía regularmente en sus composiciones, a la vez que
aparecían los primeros conciertos (Stamitz, Pokomy, etc.).
En
1778, Mozart escribe una carta a su padre en la que dice: “¡No puede usted
imaginarse el efecto señorial de una sinfonía con flautas, oboes y
clarinetes!”. Aquel mismo año los emplearía en al nº
31 de su serie en Re mayor, K. 297 “París”. A partir de entonces lo incluyó en
gran parte de su música instrumental y en casi todas sus óperas adivinando, en
muchos casos, las futuras posibilidades del instrumento que dejaba intuir ya en
su Concierto para clarinete K 622 donde el instrumento suena de manera
magistral.
Concierto en |
El
siglo XVIII está a punto de acabar, mas en lo que concierne a la historia del
clarinete hay algunos datos de capital importancia. En 1791 se crea la primera
cátedra de clarinete en el Conservatorio de París y su primer ocupante fue
Xavier Lefevre (1763-1829) quien, además de ocuparse de la enseñanza, ajusta
una sexta la llave al instrumento para conseguir el Do#3 y Sol#4. Este mismo
año Mozart compuso el concierto para clarinete, inspirado y estrenado por el
clarinetista Antón Stadler (1753-1812), amigo íntimo de Mozart y gran virtuoso.
Pese a
todas estas innovaciones, el siglo XIX comienza sin haber variado un aspecto
fundamental en el clarinete: la sonoridad. Debido a los sistemas de boquillas y
cañas y a la distribución de los taladros, dada la longitud del tubo, el
clarinete sonaba de manera estridente y desigual en los diferentes registros.
Cabe suponer la complejidad técnica que debían superar los instrumentistas,
habida cuenta de todos estos inconvenientes pues, además, debían cambiar los
tubos acoplándoles el pabellón dependiendo de la tonalidad de que se tratara;
de ahí la gran variedad de instrumentos
que proliferaron en la época. No obstante, nada de esto podía justificar un
estancamiento en la evolución del clarinete y, por añadidura, las necesidades
estéticas del nuevo siglo iban a ser muy exigentes y el instrumento debía
adecuarse a las mismas.
Con
independencia de las diferentes evoluciones parciales ya comentadas, un
progreso de singular importancia fue la creación del clarinete de 13 llaves
(1812) gracias al célebre clarinetista I. MÜLLER8 (1786-1845). Este moderno sistema permitía efectuar la
escala cromática en su totalidad y sus evidentes innovaciones hacía posible
superar dificultades hasta entonces insalvables. Además cambiaba las
tradicionales zapatillas de cuero por tampones rellenos de tela o lana y
recubiertos en tripa o piel
Modelo Müller |
El
sistema MÜLLER parece imponerse en toda
Europa excepto en la Academia
de Francia. Pero defectos de afinación y sonoridad del clarinete de 13 llaves y
las dificultades de ejecución, casi insuperables, impedían a los compositores
emplear tan bello instrumento en ciertas tonalidades. Tales inconvenientes
coartaban con frecuencia su inspiración encerrándola en un círculo tonal sumamente
estrecho y aunque algunos profesores, a fuerza de constancia en el estudio,
llegaban a ejecutar con bastante soltura en todos los tonos, el efecto
producido cuando éstos contenían más de dos alteraciones en la armadura dejaba
mucho que desear. A
partir del sistema MÜLLER,
aparecen los diseñados en Bruselas por
C. SAX y E. ALBERT, los
cuales gozaron de gran aceptación y difusión en Bélgica y sus países vecinos.
Surge entonces, el sistema ALBERT de
perforación más angosta y sonido un poco más brillante.
En el
siglo XIX comienza su perfeccionamiento en Alemania y se obtiene el sistema ÖHLER usado
actualmente en las orquestas Austríacas y Alemanas. Pocos constructores
elaboran hoy este sistema. Es
fácil distinguir el sistema Öhler: el clarinete Böhm tiene un anillo metálico
sobre el orificio del dedo medio de la mano derecha, el Öhler tiene ese
orificio cubierto con una llave metálica, como las de la flauta o el saxofón. Por
otro lado, sistema Albert no tiene llaves en puente y en el pulgar de la mano
izquierda no hay anillo, sólo un pequeño cilindro metálico en su interior.
Por
otro lado, en 1843 el distinguido clarinetista H. E. KLOSÉ (1808-1880),
verdadero fundador de la escuela francesa, consigue adaptar el sistema de
Augusto BUFFET de anillos móviles que ya estaba usándose en las flautas,
innovación hecha por en concreto para la flauta traversa por T. BÖHM (1794-1881). Este hecho es
crucial por el cambio del sistema en general, que afecta de manera considerable
a la sonoridad, pues en el cuerpo de la mano izquierda le adaptó un barrilete
consiguiendo además un mayor ajuste en la afinación.9
El sistema
BÖHM tuvo que ser declarado obligatorio en el conservatorio de París y en el
ejército y a finales del siglo XIX ya estaba extendido casi por todo el mundo.
Había logrado una gran reputación entre los compositores. En Francia y Bélgica
los fabricantes experimentaron varias innovaciones como alargar el pabellón,
agrandar la boquilla y usarla con una lengüeta ancha y más blanda. De esta
manera se desarrolla un timbre más brillante, con un carácter musical nuevo,
propio del clarinete moderno. En contraste, el clarinete Alemán, intenta
reproducir el timbre que conquistó el oído de Mozart y Weber.
No
debemos cerrar este trabajo sin mencionar a dos clarinetistas cuyo esfuerzo e
ideas renovadoras han sido cruciales para la evolución del clarinete. Por orden
cronológico son: Antonio Romero10 y Joseph Marchi.11
Antonio ROMERO (1815-1886)
ideó y perfeccionó un nuevo modelo de clarinete y, realizando pruebas desde el
año 1851 primero con Buffet y después con Lefevre, pudo al fin ver materializados
sus deseos de construir el instrumento por el que, con tanta ilusión, había
trabajado. Entre el año 1861-1878 lo presentó en las
Exposiciones Universales de París, Madrid, Viena y Filadelfia, obteniendo un
gran éxito y varios galardones. La tabla descriptiva de este nuevo sistema
tiene 29 agujeros que se tapan con 9 dedos por medio de 7 anillos y 17
espátulas.
El otro clarinetista al que hacíamos referencia, Joseph MARCHI
(1923), estudió la posibilidad de potenciar esa cualidad inigualable del
clarinete que es su amplia y variada serie de armónicos. Para conseguir este
objetivo, Marchi amplió la gama de posibilidades del registro agudo añadiendo
una segunda llave de octava, que se corresponde con un taladro efectuado en el
barrilete, situada al lado de la primera y que se acciona, al igual que ésta
con el dedo pulgar izquierdo. Se obtienen, de esta manera, la
tercera serie de armónicos como sonidos reales.12
También tiene un papel destacado en el Serialismo.13 Este
sistema resultó ser demasiado restrictivo, pero dejó atrás un enorme repertorio
de sonidos y materiales. Muchos compositores abandonaron la música occidental
para adentrarse en los terrenos musicales orientales y étnicos: música
africana, judía, árabe, hindú, china y el clarinete ha formado parte de muchos
de estos nuevos repertorios. Pero si en un hizo aportación importante en el
siglo XX fue en el Jazz. El clarinete participa desde el origen con su
integración incontestable en las primeras agrupaciones jazzísticas y en las big bands, ayudando a conformar
claramente los distintos sonidos Dixieland, Orleans… hasta llegar a ser parte de
grandes instrumentistas de jazz que tomaron el clarinete como vehículo de
expresión como Sidney Bechet , Johnny Dodds, Benny Goodman o Artie Shaw.
MORFOLOGÍA, TIPOS Y AFINACION. EL
CLARINETE HOY
El instrumento se divide en las
siguientes partes:
BOQUILLA Es la pieza donde el instrumentista coloca
la boca para realizar la embocadura y está constituida de tres elementos:
soporte de la caña, caña y abrazadera. Además suele llevar una tapa de boquilla
que la protege en los desplazamientos y cuando no se usa.
Las boquillas son unos componentes muy frágiles del instrumento y quizá más personal. Se fabrican de ebonita (las más comunes), de metal o de cristal (incluso aún se encuentran de madera). Cada material nos da unas características concretas y un sonido más brillante o más oscuro que, a elección del intérprete, permite matices muy personales y da un sonido personal. Si queremos una embocadura todoterreno para un buen sonido tanto en clásica como en moderna, con todos los registros equilibrados, cogeremos una boquilla de ebonita. Si principalmente queremos tocar moderna cogeremos de cristal (muy buena para el jazz) o metálicas para conseguir más sonido.
En charangas y otras agrupaciones festivas, una boquilla metálica nos ahorrará muchos esfuerzos en lograr mucho sonido. En cuanto a la apertura y largo de la boquilla. Como se puede ver en esta imagen de debajo de éstas líneas (facilitada por Vandoren Cia), hay distintas aperturas y largos. Cabe recordar que la boquilla nos condiciona el número y tipo de cañas con el cual trabajaremos.
Las boquillas son unos componentes muy frágiles del instrumento y quizá más personal. Se fabrican de ebonita (las más comunes), de metal o de cristal (incluso aún se encuentran de madera). Cada material nos da unas características concretas y un sonido más brillante o más oscuro que, a elección del intérprete, permite matices muy personales y da un sonido personal. Si queremos una embocadura todoterreno para un buen sonido tanto en clásica como en moderna, con todos los registros equilibrados, cogeremos una boquilla de ebonita. Si principalmente queremos tocar moderna cogeremos de cristal (muy buena para el jazz) o metálicas para conseguir más sonido.
En charangas y otras agrupaciones festivas, una boquilla metálica nos ahorrará muchos esfuerzos en lograr mucho sonido. En cuanto a la apertura y largo de la boquilla. Como se puede ver en esta imagen de debajo de éstas líneas (facilitada por Vandoren Cia), hay distintas aperturas y largos. Cabe recordar que la boquilla nos condiciona el número y tipo de cañas con el cual trabajaremos.
Cuanto más abierta es más
facilidad de emisión, cuanto menor apertura mejor control del sonido. En cuanto
al largo de cada embocadura, las cortas suelen ser destinadas a la música de
cámara y las largas a la moderna. En general, las embocaduras de media apertura
y media largada son las que tienen más adeptos. Debemos apuntar que al igual
que con las cañas, no se recomienda usar cañas y boquillas francesas en
clarinetes alemanes o ingleses o al revés. La boquilla debe ser cómoda para el
intérprete pues probablemente la boquilla que a un músico le va bien a otro no
le resulta cómoda Debajo de estas líneas se muestran tres tipos de boquilla:
ebonita, cristal y metal.
BARRIL
o BARRILETE: es
el elemento que articula la boquilla con el cuerpo superior del instrumento. Su
longitud puede variar y sobre él y su calado se ajusta la afinación cuando
calienta el instrumento.
CUERPO
o TUBO SUPERIOR:
el cuerpo superior es donde se coloca la mano izquierda al tocar y posee parte
del mecanismo del instrumento.
CUERPO
o TUBO MEDIO: el
cuerpo medio es donde se coloca la mano derecha al tocar y posee parte del mecanismo
del instrumento.14
CAMPANA: situada en la parte inferior cumple
una función acústica que permite la proyección del sonido durante la ejecución.
Cada cuerpo se une con el
anterior mediante una espiga con un aro de corcho que permite el ajuste
perfecto y evita fugas de aire. El estado de estor corchos y de las zapatillas
instaladas en las cazoletas platos que cierran o abren las llaves (normalmente
de neopreno, corcho, piel…) debe ser impecable para garantizar la nula perdida
de aire por las juntas. El instrumento se
transporta en una maleta totalmente desmontado y protegido de golpes y cambios
bruscos de temperatura y de humedad.
TIPOS DE CARINETES:
REQUINTO
Es el más pequeño de la gama de los
clarinetes. Es un instrumento muy agudo que se usa en bandas de música,
agrupaciones de clarinetes y de forma menos común, en orquestas. No tiene un
repertorio tan amplio como los clarinetes sopranos en La o Sib.
Básicamente es un instrumento diseñado
para tocar pasajes agudos.
Para un instrumentista que dobla (osea, toca el clarinete soprano y el
requinto) precisa de una pequeña adaptación pues el requinto es más pequeño y
los dedos tienen que estar mucho más juntos. La afinación más común (y de hecho
la única que se fabrica en serie) es en Mib. Hay requintos en La (llamados
piccolos) y en Re.
CLARINETE SOPRANO
Es el más común. De hecho, cuando hablamos de
clarinete, la imagen que asociamos es la del clarinete soprano, al cual nos
referimos simplemente como clarinete. Las afinaciones más comunes para el
clarinete soprano son Sib (el más usado) y La.
Los clarinetes en La se utilizan
de manera casi exclusiva, en música de orquesta (de los siglos XVIII y XIX
principalmente). De todas formas, no podemos olvidar que hay otras afinaciones
menos comunes para el clarinete soprano, llamados clarinetes de harmonía. Éstos
son, de más a menos común (en cuanto a facilidad para obtenerlos y repertorio):
Clarinete en Do, en Re y en Sol.
CLARINETE DE BASSET
Los clarinetes de Basset son
clarinetes evolucionados a la imagen y semejanza del Corno di Basetto. Se
diferencian de los clarinetes convencionales porque pueden llegar hasta la nota
Do en su registro más grave (a diferencia de sopranos, requintos, etc.
convencionales que llegan hasta el Mi o Mib).
La afinación más común de los
clarinetes de Basset es en La, aunque también se pueden encontrar en Sib y en
Do.
Es importante no confundirlos con los Cornos di Bassetto, que están
afinados en FA. El Corno di Bassetto evolucionó de manera diferente, aunque el
clarinete de Basset se le parezca ya que no son el mismo instrumento.
CLARINETE ALTO
En países anglosajones también se
llama Clarinete Tenor. Creado en el siglo XIX y
afinado en Mib, más largo que
un clarinete soprano con un tudel y una campana en curva metálicos ambos y que
le dan una forma ligeramente parecida a un saxo. Debido a su afinación y a su
sonido, especialmente en el registro alto y sobreagudo, se puede usar como
sustituto de los saxofones altos en pequeñas agrupaciones de cámara.
Éste clarinete está siendo últimamente abandonado pues en la mayoría de
orquestaciones contemporáneas para banda de viento se suele omitir ya que su
función la cubren el clarinete bajo y el saxo alto, quedando como instrumento
que sólo dobla melodías.
CLARINETE BAJO
Con la misma forma que un clarinete alto pero mucho más grande, el clarinete bajo tiene un gran uso en agrupaciones de clarinetes, orquestas, bandas de música y tiene, en comparación con los otros clarinetes (excepto el soprano) mucho repertorio. Muchos clarinetistas bajos usan también obras escritas para fagot para completar este repertorio.
La afinación más común de este instrumento es en Sib, aunque hay clarinetes bajos en La y Do. Dentro del clarinete bajo (lo mismo para contraltos y contrabajos) encontramos dos modelos: los que bajan hasta el Mib y los que pueden, como los clarinetes de Bassett, bajar hasta el Do.
Los clarinetes bajos también tienen un uso destacable fuera de la música clásica, como en el jazz y en la música ligera (como When I'm Sixty-four de los Beatles)
CLARINETE CONTRALTO
Más grande (y con una afinación más
grave) que el clarinete bajo, es un instrumento afinado en Mib muy parecido al
clarinete contrabajo. Su uso es el mismo que el del clarinete contrabajo, por tanto no
profundizaremos más en su análisis.
CLARINETE CONTRABAJO
Un poco más grande que el contralto,
es el clarinete más grande y grave de la familia fabricado de manera regular. A
diferencia de los contraltos, los contrabajos cuestan un poco más de encontrar.
Afinado en Sib (y de forma excepcional
en Do) es un clarinete de "pedal", igual que el clarinete contralto.
Esto quiere decir que se suele usar para doblar a las tubas, barítonos,
contrabajos o para hacer el bajo de cualquier línea melódica en bandas, agrupaciones
de viento o de clarinetes.Debido a su tamaño, precio, y a que es
un instrumento poco ágil en el registro agudo; es difícil encontrar repertorio
y accesorios (cañas, embocaduras, abrazaderas) para él lo que hace que su uso
sea muy escaso. Se fabrican en madera o en metal como el de la foto elegida.
CLARINETES EXPERIMENTALES
Los clarinetes
"experimentales" son elaborados por luthiers aunque no son de uso comercial
y no se fabrican en cadenas de producción. Se hacen por encargo.
Entre estos destacamos tres:
- El clarinete en cuartos de tono: creado por el luthier alemán Fritz Schüller, nos permite interpretar particellas compuestas en cuartos de tono mediante un instrumento que tiene dos tubos (afinados a un cuarto de tono de distancia uno de otro) conectados a una sola embocadura. Es un clarinete con un mecanismo increíblemente difícil de accionar.
- OctoContralto: Es un instrumento que, como su nombre indica, está afinado una octava por debajo del clarinete contralto. Solo se han fabricado tres y los tres los hizo el fabricante G. Leblanc (en la foto de la derecha usando este instrumento).
- OctoContrabajo: Que se sepa sólo existe uno, fabricado por el luthier G. Leblanc e inscrito en el libro Guinness de los récords como el instrumento orquestal capaz de producir la nota más grave (un casi-infrasonido llamado Sib -1). Aunque sólo se hizo uno, existen tres obras para clarinete octocontrabajo y orquesta.
OBRAS Y COMPOSITORES PARA CLARINETE
Listado no exhaustivo del más
importante repertorio de obras para clarinete:
- Concierto para clarinete y Quinteto con clarinete
(W. A. Mozart)
- Serenata para trece instrumentos
de viento KV361 "Gran Partita" (W. A. Mozart, que empleó en esta obra clarinetes y
cornos di basseto).
- Sinfonía No.6 op.68 en F mayor,
1er movimiento;Allegro ma non troppo (Ludwig van Beethoven)
- Conciertos 1 y 2, Concertino para clarinete,
Quinteto con clarinete, Tema y variaciones sobre un aria de
Sylvana y "Grand duo Concertante para clarinete y piano" (Carl
Maria von Weber)
- Sonatas 1 y 2, Quinteto con clarinete y
Trío para piano, clarinete y violonchelo (Johannes Brahms)
- 2 piezas de concierto (en fa
menor y en re menor) para clarinete, corno di bassetto y piano (Felix Mendelssohn)
- Conciertos (Johann y Carl Stamitz)
- Concierto, Concierto para dos clarinetes (Franz
Krommer)
- 4 conciertos (Louis Spohr)
- Duo (Norbert Burgmüller)
- 3 Fantasiestücke (Robert Schumann)
- 3 Romanzen (Robert Schumann)
- Sonata (Francis Poulenc)
- Rapsodia para clarinete y piano (Claude Debussy)
- Sonata (Camille Saint-Saëns)
- Sonata y Duo Concertant (Darius Milhaud)
- Solo de Concours (André Messager)
- Solo de Concours (Henri Rabaud)
- Concierto para clarinete (Aaron Copland)
- Sonata (Leonard Bernstein)
- Sonata (Paul Hindemith)
- Five Bagatelles y un concierto (Gerald Finzi)
- Sonatina y 2 conciertos (Malcolm Arnold)
- Sonatina (Joseph Horovitz)
- 3 Miniature (Krzysztof Penderecki)
- Dance Preludes (Witold Lutoslawski)
- 3 piezas para clarinete solo (Ígor Stravinsky)
- Adagio e Tarantella (Ernesto Cavallini)
- Dialogue de l'ombre double para clarinete y electrónica (Pierre
Boulez)
- Fantasía (Carl Nielsen)
- Concierto para Clarinete (Saverio Mercadante)
- Clarinet Concerto (Jean Françaix)
ALGUNOS
MÉTODOS Y ESTUDIOS
BAERMANN: Método Completo para Clarinete
BONADE: Estudios y Compendium para Clarinete.
BOZZA: Estudio.
CARAVAN: Técnicas Preliminares para el
clarinete Contemporáneo.
CAVALLINI: Caprichos.
CROUSIER: Estudios.
CURTIS: Estilo y estudios para Jazz.
GALPER: Método para clarinete en 2 volúmenes.
GIAMPERI: Método Progresivo
GROUSSAIN: Principios Racionales.
Método para Clarinete
KLOSE: Método completo.
LANGENUS: Método completo.
LACRUZ: Aprender con el Clarinete
ROMERO: Método completo.
CITAS
1. J. DENNER Constructor e inventor
de instrumentos de viento, alemán. Sus tentativas de perfeccionamiento del
chalumeau francés (caramillo) le condujeron al invento del clarinete (1690), a
lo que debe su celebridad. La fábrica que instaló en Nüremberg adquirió gran
nombradía. Weigmann le inmortalizó haciendo de su figura el protagonista de la
ópera Der Klarinetten macher (1913). Nació en Leipzig en el año de 1655; murió
en 1707.
2. “Calamus” en latín que significa “caña” o
“chalumeau” en francés.
3. Lo encontramos
en Egipto y Magreb, países balcánicos y Cerdeña, la India y Sudamérica.
4. El sistema de
embocadura original consistía en una boquilla con una caña colocada en la parte
superior, atadas ambas y metidas dentro de una cánula.
5. J.Ch. Denner
dotó al instrumento de llaves y, sobre todo en el registro grave, fue utilizado
como lo que podría ser una versión antigua del clarinete actual. El clarito,
cuyo significado es “pequeña trompeta”, está expuesto en el Museo Nacional de
Baviera, en Munich.
6. Se trata de la
primera colección musical bibliográfica editada en Leipzig por Johann Gottfried Walter (1684-1748).No obstante REINHARDT
KEISER en su KRÖSUS (1711) y TELEMAN en el SIEG DER
SCHÖNHEIT (1722) lo mencionan con el nombre de caramillo. En la ENCICLOPÉDIE
de 1753 y en el DICTIONNAIRE de L'ACADÉMIE de 1762, se define al
instrumento como "una especie de oboe".
7.
Para hacer frente a estas nuevas exigencias musicales, mencionaremos diversas
evoluciones como las efectuadas por F.
BARTHOLD (1697-1766) que incluye una tercera llave para llegar al Mi grave
(Mi2). J. BEER (1744-1811)
clarinetista, músico de talento y fundador de la Escuela Alemana , incluye la
cuarta y quinta llaves, por medio de las cuales consigue el Fa# y el Sol#
graves (Fa#2 Sol#2) dando como resultado a la duodécima el Do#4 y el Re#4. Una
séptima llave es incorporada en 1808 por J.F. SINIOT que además utilizó
un tubo de metal que forraba el orificio del pulgar y penetraba un poco dentro
de la horadación para evitar la condensación del vapor de agua. Con el mismo
propósito colocó el orificio del Si bemol al frente, pues también allí
penetraba el vapor de agua, si bien el manejo de la llave que lo cerraba quedó
en la parte posterior. Además publica un manual de ejecución
con detalles sobre las últimas innovaciones proporcionadas. El fabricante GREISLIG
de BERLIN manufacturaba en 1809 instrumentos de 10 llaves.
8.
Las modificaciones que sufrió el instrumento a partir de 1800 abrieron un nuevo
campo interpretativo a los compositores Románticos. Las incómodas posiciones
horquilladas del Clarinete Clásico prácticamente desaparecieron, dando al
instrumento mayor virtuosismo y una afinación correcta.
9.
Con estas modificaciones, los agujeros se perforan en un lugar acústicamente
más apropiado (más afinado); se le incluye un sistema móvil de anillos
metálicos que bordean los orificios y así con un solo dedo se puede cerrar más
de un agujero; se facilita el manejo de las llaves de fa y fa
sostenido, en los dos registros; se adicionan dos llaves para los dedos
meñiques que permiten escoger una mejor digitación para ciertos pasajes donde
el salto de una llave a otra deja imperfecciones sonoras y no permite el
ligado.
10.
Antonio Romero fue un notable profesor del Conservatorio de Madrid, autor de varios
métodos de clarinete y composiciones para éste y otros instrumentos.
11.Joseph
Marchi, francés de nacimiento fue profesor, en distintos momentos, de los
conservatorios de Persignan y Marsella.
12. La técnica consiste en, a partir del La4, accionar la segunda
llave de octava, variando al mismo tiempo las posiciones fundamentales y
adoptando las correspondientes Do3. Continuando la escala cromática de manera
gradual podríamos llegar al Mi6 o Fa6. este sistema se dio a conocer a
principios de la década de los años setenta, patrocinado por la marca Selmer,
aunque hasta el momento no ha prosperado en España porque se observa quizá
una vuelta progresiva hacia el modelo de
clarinete sencillo buscando mayor perfección en el sonido y la afinación antes
que en la ampliación de sus posibilidades técnicas.
13. Se trata de una
organización de los sonidos por alturas, ritmo y dinámicas por series.
14. Se puede llamar
también cuerpo inferior. Si bien, los puristas prefieren llamarlo cuerpo medio
porque la campana sería en todo caso el módulo inferior. Muchos clarinetes no
se despiezan para montarlos y desmontarlos, como es el caso de los modelos
metálicos. En estos, solo se desmontaría la boquilla y en algunos el barrilete
sería de desarrollo o tornillo para facilitar la afinación.
BIBLIOGRAFÍA
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“Diccionario de Instrumentos
Musicales – De Píndaro a J.S.Bach” VOX, Barcelona (1995)BIBLIOGRAFÍA
BRAGARD, R y F. J. Instrumentos de Música (1973)
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ROMERO, A. Método Completo de Clarinete. Unión Musical Española (1989)
SACHS, C. La música en la antigüedad. Edi Labor, 1927
SACHS, C. Historia Universal de los Instrumentos Musicales. 1947
STEIN, K. “El arte de tocar el clarinete”. Warner Bross Public
VERCHER GRAU, J. El Clarinete. 1983
VERCHER GRAU, J. Tú y el Clarinete. 1983
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada
CLARIPERU: http://www.clariperu.org/
RECURSO RECOMENDADO PARA COMPLETAR