ARTE ANTIGUO IBÉRICO: EL TEATRO ROMANO Y LA CASA DE LA FORTUNA DE CARTAGENA (MURCIA)

Ilustración digital del teatro de Cartagena - Cortesía de su autor: Paco Manzano

Cartagena se convirtió en un enclave romano de vital importancia. Hemos escogido para este artículo dos lugares muy característicos de la ciudad: uno es la llamada Casa de la Fortuna y el estudio de las bellas pinturas que se conservan de su decoración original; el otro es el teatro romano que fue intervenido por Augusto tanto en su financiación como en su ornamentación. Vamos a realizar un breve acercamientos a estos dos interesantes enclaves de los muchos y muy interesantes que tiene la Cartagena Romana.

INTRODUCCIÓN CONTEXTUAL HISTÓRICA

El general cartaginés Asdrúbal, en el año 227 a.C. funda la ciudad de Qart Hadasht, (1) asegurándose así el control de los ricos yacimientos minerales del Sureste de la Península Ibérica. De esta forma convertiría a la actual Cartagena en la principal base del reino cartaginés fundado por Aníbal en España.

En el año 209 a.C. el general romano Escipión tomó Cartagena, convirtiéndose así en posesión romana desde entonces con el nombre de Carthago Nova(2), ciudad que se convertiría en la tercera en rango de importancia de Hispania (3) y que fue elevada a rango de Colonia. En este proceso de romanización, el emperador Augusto la dotó de un nuevo urbanismo construyendo un gran foro y un monumental teatro romano. En el año 298, el emperador Diocleciano dividió la provincia tarraconense en tres provincias, constituyendo la provincia romana Carthaginensis y estableciendo la capital en la ciudad de Cartagena.

Hacia el año 425, la ciudad fue saqueada por los vándalos antes de pasar éstos a África. La ciudad se repuso de aquel ataque, y en el 461, el emperador Mayoriano reunió en el puerto de Cartagena una flota de 45 barcos con la intención de invadir y recuperar para el imperio romano el Reino Vándalo del norte de África. La batalla de Cartagena se saldó con una estrepitosa derrota de la armada romana, que fue totalmente aniquilada.

Podemos afirmar que desde que Escipión llegó a la Península Ibérica y derrotó a las tropas púnicas, la región de la actual Murcia se convirtió en uno de los principales focos de romanización de la Península. Además también fue el principal centro urbano por su especial orografía y su aún más especial puerto. Ambas circunstacias la convirtieron pronto en un importante bastión estratégico y comercial en el Mediterráneo. La ciudad impulsó el crecimiento de muchas villas cercanas y de otros centros urbanos que le dieron servicio a la gran urbe.

En cuanto a la materia que nos ocupa, hemos de contextualizar también las edificaciones romanas en esta breve introducción. La arquitectura romana, es la expresión de la funcionalidad y practicidad del espíritu de Roma. Es evidente la influencia griega y etrusca que marcaron las bases de su arquitectura, pero la personalidad del imperio la dotó de una uniformidad y monumentalidad muy características. De hecho, los órdenes griegos - jónico, dórico y corintio - son empleados profusamente, pero no en una uniformidad sino combinándolos en un mismo edificio. También hemos de  destacar de las construcciones romanas el empleo sistemático del arco y de la bóveda - cupuliforme, medio cañón, de horno o de arista- en las estructuras, pero no sustituyendo a las formas griegas sino por lo general asociándolas. (4)

Las proporciones en sus edificaciones eran monumentales ya que representaban la grandeza de Roma. Todas con una completa variedad de motivos decorativos, de mosaicos y de frescos. Los materiales utilizados iban desde la piedra -sillería o mampostería- al ladrillo o a la argamasa de hormigón. Además fueron maestros en los aparejos proporcionado una enorme variedad a las construcciones: opus caementicium, opus incertum, opus latericium, opus quadratum, opus reticulatum, opus signinum y opus vittatum. (5)
INTRODUCCION A LOS TEATROS ROMANOS

Tras la romanización, (6) a la amplia y numerosa población que se concentraba en las grandes ciudades, había que ofrecerle nuevas actividades lúdicas para mayor gloria de sus líderes y de sus divinidades. Por este motivo se edificaron grandes infraestructuras diseñadas para dar cabida a mucho público. El auge creciente de las artes necesitaba dotarse de edificios específicos para su práctica y explotación. Aparecen de este modo los teatros, los anfiteatros y los circos.

El diseño estructural de los teatros se hizo en origen con muros radiales abovedados que conformaban espacios interiores vacíos, pero más tarde de comenzaron a utilizar galerías circulares, también abovedadas, que además servían de pasillos. Finalmente prosperó un modelo arquitectónico basado en ambas soluciones constructivas. Todas estas normas, elementos constructivos y su relación con las difernetes proporciones las describió y recogió Vitrubio. (7)

Actualmente en España existen más de 20 teatros romanos ya excavados, y trazas de la existencia de otros tantos, desgraciadamente perdidos por la evolución de las ciudades en las que se ubicaron. Podemos resaltar los de Emerita Augusta, en Mérida; el teatro de Tarraco, en Tarragona; el teatro de Itálica, en Santiponce (Sevilla); el teatro de Segobriga, en Saelices (Cuenca); el teatro de Saguntum, en Sagunto (Valencia) o el teatro de Clunia en Coruña de los Condes (Burgos).

Por lo general se situaron todos ellos en zonas adecuadas para que gran parte de la grada se acomodase directamente sobre el suelo, esto es, en las laderas de montañas o cerros. Las partes que no se beneficiaban de estos desniveles naturales se levantaban con pilares de hormigón y pasillos abovedados. Lo normal es que la zona más alta de las gradas, llamada la summa cavea, siempre se acomodase sobre una estructura artificial.

Para el estudio de los teatros podemos establecer tres zonas bien definidas: la scaenae, la orchestra, y la cavea.

La scaenae era el conjunto del escenario (8) y todos los elementos y salas necesarias para lograr el desarrollo correcto de las representaciones. Estaba situado sobre un podium que la elevaba de la orchestra. La scaenae se dividía en varias partes:

- Proscaenium o espacio donde actuaban los actores, situado sobre el podium entre la orchestra y la scaenae frons. La parte más cercana a la orchestra, y en ocasiones algo más elevada, se denominaba pulpitum. Su superficie solía estar cubierta de madera.
- Bajo él se sitúa el hiposcaenium, una cámara oculta en la que se situaban los mecanismos y los decorados. El scaenae frons es el muro monumental que delimitaba el proscaenium en su parte posterior y, sin duda, el elemento más espectacular del escenario. Se componía de uno o varios órdenes superpuestos con sus columnas y entablamentos que estaban coronados por un tejado inclinado con una doble función: la de protección y mejora acústica. En él se abrían tres puertas, una central o valva regia y dos laterales o valva hospitalarium.
- Detrás de este conjunto estaba un grupo de dependencias: vestuarios, pasillos, camerinos... llamado Postcaenium.

La orchestra es el espacio semicircular situado entre la scaenae y la cavea. En su origen griego, además de circular, era el sitio donde se colocaba el coro que acompañaba las representaciones. Su zona curva está rodeado por unas gradas -poedria - destinadas a los grandes personajes de la ciudad: procuradores, senadores, jueces... Se accedía a ella por unos grandes pasillos abovedados laterales - aditus - sobre los cuales se ubicaban unos espacios para espectadores especiales llamados tribuna.

La cavea era el graderío donde se acomoda el público que asiste a las obras. Su estructura general lo divide en tres zonas horizontales en altura, cada una de ellas reservada a un tipo de espectador: la imma cavea que es la zona situada más abajo y la más cercana al escenario. El público de esta zona es de la alta sociedad. La media cavea dedicada a un público acomodado junto con la summa cavea que se situada en la parte superior para el público en general y que se prescindía de ella en los teatros más pequeños.

Verticalmente debemos mencionar la scalaria o escaleras para acceder a las distintas gradas. Estas terminan en los pasillos que comunicaban con los vomitorium, puertas y pasillos de entrada o salida de las gradas.

El exterior de los Teatros está directamente relacionado con la orografía del terreno en la que se construyó: si las gradas apoyan sobre una ladera o no. En cualquier caso el exterior, generalmente, está compuesto por una sucesión de órdenes de columnas y arcos -en el primer piso- o pilastras con arcos ciegos -en los superiores- que son reflejo del interior.

EL TEATRO DE CARTAGENA

Vistas del Teatro. Fotos propiedad del autor

Se encuentra situado en la ladera occidental del Monte de la Concepción, en un lugar destacado de tal manera que todo aquel que llegaba a la ciudad por mar podía observar la majestuosidad de este edificio.

El hallazgo del teatro romano de Cartagena ha sido uno de los episodios más trascendentales de la arqueología de la zona en los últimos años ya que no existían referencias escritas de su existencia ni tampoco datos arqueológicos. Esto ha sido provocado por la superposición de fases documentadas de la zona tras la urbanización del siglo V que trasformó el área en un complejo área comercial. Hay zonas del teatro que se hallaban soterradas bajo 14 fases constructivas posteriores.

Los primeros restos se encuentran en 1988 al realizar unas excavaciones de una obra civil en un solar que previamente ocupaba la Casa Palacio de la Condesa de Peralta, destinado a albergar en Centro de Regional de Artesanía de Cartagena. Estos hallazgos arqueológicos proporcionaron información suficiente para decidir afrontar una primera campaña arqueológica en 1990. Las excavaciones se desarrollaron de forma desigual hasta 1994 momento en el que se firma un convenio entre el ministerio de Cultura, la Comunidad Autónoma y el ayuntamiento de Cartagena. La conservación de muchos elementos hallados es excelente, precisamente por estar "protegido" por varios estratos de edificaciones superpuestas. De hecho, la grada superior en su parte derecha vista desde el escenario, aún se encuentra parcialmente enterrada porque sobre esta se emplazaron las ruinas de la antigua Catedral de Santa María, uno de los edificios religiosos más importantes de la ciudad y que fue bombardeado durante la Guerra Civil Española.

En las campañas de los últimos años ha sido descubierto gran parte del graderío y la orchestra completamente; y se ha estado trabajando en el escenario para desalojarlo de añadidos tardorromanos. Se han descubierto también los restos de un mercado del s. IV -V d. C. que aprovechó, para sus cimientos, el frente de la escena del ya destruído teatro. Tras la destrucción del citado mercado y fruto de los asaltos visigodos, sucedió la ocupación bizantina de la plaza y la conversión de esta área en una zona de asentamiento militar para la guarnición imperial.

Tras la conquista musulmana, esta zona fuera de la acrópolis fortificada del castillo desarrollará la medina o arrabal de la ciudad, y posiblemente la mezquita musulmana se erigiera bajo la actual iglesia. Finalmente, con la conquista castellana, se configura el definitivo barrio de pescadores en todo este área limítrofe a la ladera del castillo de la Concepción, configuración que ha pervivido hasta nuestros tiempos.

La construcción original del teatro formó parte de un amplio proceso de renovación urbana que cambió por completo la fisionomía de la antigua ciudad republicana, proceso de trasformación que se inicia tras la concesión a la ciudada del estatuto colonial probablemente en época cesariana. En tiempos de Augusto sufre la monumentalización del foro y la erección del teatro. El emperador Augusto comenzó la construcción de este teatro a finales del siglo I a.C. e implicó a sus herederos –Caio Caesar y Lucio Caesar- en su financiación y diseño. De hecho, además de las esculturas de exaltación al emperador (9) se observan textos concretos dedicados a ambos. Se puede vincular estilísticamente este conjunto, gracias a los elementos arquitectónicos descubiertos, con los prototipos de la arquitectura oficial en época de Augusto.

En cuanto a su descripción formal (10) el complejo contaba con un jardín porticado además del teatro propiamente. Su ubicación facilitó la disposición de las gradas sobre la roca recortada y en pendiente de la colina de la Concepción aprovechando, como era habitual, la orografía del terreno para ganar altura. La cavea, con una capacidad para unos 6.000 espectadores, está articula en 3 sectores horizontales, divididos a su vez por cinco escaleras radiales en la ima cavea y en la media cavea y probablemente en siete en la summa.

Los principales accesos al público se realizaban a través de dos pasillos laterales sobre cuyas puertas se localizaban sendos dinteles con dedicatorias a Lucio Caesar, en la oriental y probablemente a Caio Caesar en la occidental. Ambas dedicatorias, junto a la mención consul designatus en el cursus de Caio de una de las aras halladas en el foso del hyposcaenium ha permitido concretar la fecha del edifico entre los años 5 y 1 a.C.

Desde los dos corredores laterales se accedía también a la orchestra, de 22,90 metros de diámetro, es el espacio semicircular delante del cual se desarrollo el escenario con una longitud de 43,60 metros sobre la que intervenían actores junto al coro, mientras que en la propia orchestra se colocaban en tres filas los asientos de honor reservados a las autoridades. Este espacio privilegiado estaría circundado por una balaustrada de mármol blanco que marcaba la separación con el graderío inferior.

El escenario estaba rematado por un frente articulado mediante exedras, bajo el cual discurre un colector abovedado destinado a la evacuación de aguas de lluvia, con tres sumideros en la parte central que comunica con otros dos canales situados en los extremos del pasillo de circulación, al pie de la ima cavea. Los accesos a la media cavea se articulan por dos vomitoria abiertos en la fachada del edificio, mientras que los accesos a la summa cavea se realizan por la parte superior del edificio a la altura del pórtico in summa gradatione.

Frente al graderío se sitúa la scaena frons o fachada escénica que se puede reconstruir, a partir del análisis de las improntas y de los elementos arquitectónicos con una planta articulada en tres exedras de tendencias curvilíneas y un alzado de 16 metros de altura con dos ordenes, en los que la combinación de los tonos rojizos de las columnas, blancos de los capiteles y de las basas dobles áticas y grises del podium (11) y entablamento provocaría un sugerente juego cromático conformando así una fachada equilibrada y armónica. Pero además las basas, cornisas y sobre todo los capiteles de orden corintio, traducen la envergadura del edificio, y su factura, calidad y procedencia itálica de los mármoles que junto a un rico programa ornamental convierten el teatro de Cartagena en un magnífico exponente de la arquitectura pública y monumental de la época augustea. Muy probablemente, la mayor parte de los elementos constructivos - capiteles, basas, fustes - provengan de un taller de la misma Roma.

En la parte posterior se desarrolla, de forma aterrazada, la porticus post scaenam articulada con una doble galería porticada delimitada por un potente paramento de sillares de arenisca que sirve de muro perimetral del pórtico y donde se abren sendas exedras semicirculares de 12 metros de diámetro. La fachada o frente escénico tiene unas dimensiones de 45,80 m. de longitud y 7,50 m. de anchura con casi 2 metros de altura. La escena, con 450 metros cuadrados supera la del teatro de Mérida que es de 437 m. De la dedicación del edificio a Luico y Cayo desprendemos que fue financiado por personas estrechamente vinculadas a la familia imperial.

También son determinantes la calidad del modelado, la ejecución de los elementos arquitectónicos y la elección del programa ornamental cargado de mensajes ideológicos. Destaca de este último la introducción de los cultos a las divinidades tradicionales del Estado Romano a través de tres altares donde se representan los símbolos de la Triada capitolina: Júpiter, Juno y Minerva. Otros mensajes se vislumbran en la colocación de la escultura de Apolo presidiendo la valva regia, divinidad venerada por Augusto tras su victoria en Actium, y el relieve de la Rea Silvia madre de Rómulo y Remo que remite a los orígenes de Roma, cuya iconografía fue ampliamente promovida por el emperador en su arquitectura monumental. Todas estas esculturas fueron importadas para decorar el teatro desde los mejores artesanos de Roma.

Como en otras ciudades romanas se aprecia la participación en el teatro de miembros de las familias mas notables de la urbe, entre los que cabe destacar L.Iunius Paetus, que dedicó un altar a Caio César y otro altar a la Fortuna, y probablemente el magistrado Postumius Albinus, a la luz de los nuevos hallazgos epigráficos. (12)

En época de Diocleciano, ya en el S. IV, a pesar de ser la capital de la provincia, el declive de la ciudad es evidente. El teatro se convierte en almacén y comercio, dividiéndolo en dos y utilizando sus elementos constructivos -capiteles, fustes- para su cimentación. Precisamente y gracias a  ello, hoy se han podido rescatar elementos originales y se ha podido reconstruir gran parte del teatro.

EL TEATRO: PROTECCIÓN Y PROYECCIÓN PATRIMONIAL

El teatro aparece en un área de unos 5.000 metros cuadrados que estaba ocupando un popular barrio, que con el paso de los tiempos, se convirtió en un área deprimida y abandonada de la actual ciudad de Caratagena. De manera que la recuperación integral del edifico ha trascendido de ser una simple investigación arqueológica a convertirse en un motor de regeneración de un amplio sector de la ciudad y uno de los enclaves más atractivos de la urbe moderna. Tal es así que el teatro romano se ha convertido en el lugar líder de la región en cuanto al número de visitantes (según el diario La Verdad de Murcia) . La protección, el estudio y el mantenimiento del teatro corre a cargo de la Fundación Teatro de Cartagena.

El teatro esta considerado un objetivo fundamental en cuestiones patrimoniales por la información indirecta que nos aporta, no tanto de su origen romano sino de todos los grupos y civilizaciones que lo poblaron posteriormente. Uno de los muchos hallazgos que muestran el grado de información que aporta esta excavación fue la coraza bizantina encontrada en su recinto. El grupo de investigación arqueológica de la Universidad de Murcia dirigido por el catedrático Sebastián Ramallo Asensio ha concluído el estudio de esta coraza afirmando que fue usada por un guerrero de época bizantina. La pieza, que pertenece al denominado tipo laminar es, por el momento la única hallada en España. (13) El teatro nos sigue desvelando otros momentos de nuestra historia.

En cuanto a la restauración del edificio se ha efectuado de un modo reversible y se han seguido unos criterios orientados a una mejor comprensión del monumento para los visitantes, por lo que ha sido necesario reponer con obra nueva aquellos restos del graderío que habían desaparecido por completo alterando lo menos posible la fisonomía original. (14)

LAS CASAS ROMANAS

La vivienda señorial romana o domus fue el domicilio de los personajes más relevantes dentro de cada una de las ciudader. Totalmente definida por los arquitectos, constaba de una estructura muy concreta, basada en la distribución mediante patios porticados: la entrada o fauces se realizaba a través de una puerta principal denominada ianua por la creencia de que el dios Jano era el protector de los muertos que vigilaba tanto las entradas como las salidas, motivo por el que se le representa con doble cara. Desde aquí se daba acceso a un pequeño pasillo o vestibulum, tras el cual aparecía un patio porticado o atrium.

El atrium es una de las partes más características de las viviendas romanas. Sirve de entrada además de vestíbulo y de distribuidor de espacios. Es un lugar de congregación y de espera y tiene también cumple la función de servir de antesala para el tránsito a los espacios internos y privados de la vivienda. Es un espacio que se dedicó igualmente a la representación, por ello solía presentar una profusa decoración tanto en forma de mosaicos como de pinturas murales. En el centro del atrium se encontraba el impluvium o depósito de recogida de agua. A ambos lados se desplegaban varios espacios que se corresponden con las habitaciones de los esclavos de servicio, las cocinas y las letrinas.

Al fondo se ubicaba el tablinum o salón de casa. Esta es la sala de recepción del propietario, donde podía desarrollarse el ritual cotidiano de la salutatio (las personas que querían contar con el apoyo político o económico del dueño de la casa se les recibía en este acto de saludo). Por ello, la estancia se convierte en un símbolo de la situación económica y social de la familia, motivo por el que se decora con magníficos pavimentos y bellas composiciones pictóricas. A su lado, el triclinium o comedor: uno de los lugares más importantes de la casa. En él se disponían los lectus o lechos sobre los que comían los romanos. Estos divanes se colocaban alrededor de un espacio central donde se ubicaba la mesa. Al tratarse de una de las dependencias más importantes de la casa se hallaba también lujosamente ornamentada, habitualmente con pavimentos de mortero decorado u opus signirum y pinturas al fresco en sus paredes y techos.

A los lados del tablinum, por unos pasillos, se accede a la parte noble de la domus. El segundo patio porticado o peristylium que es más grande y tiene un jardín central. Este se encontraba rodeado por las habitaciones o cubiculum y presidido por una exedra utilizada como sala de banquetes o de reuniones. Dependiendo del clima o del espacio disponible, estas construcciones tenían uno o dos pisos. En España podemos destacar entre otros los mejores restos conservados de domus la del Anfiteatro en Emerita Augusta, la Casa de los Pájaros y la Casa de Hilas, en Itálica.

LA CASA DE LA FORTUNA: "FORTVNA PROPITIA"

Sacados a la luz en la decafa final del pasado siglo XX, La Casa de la Fortuna alberga los restos de una vivienda romana completa. La construcción data de los últimos años del siglo I a.C., coincidiendo con el importante proceso de renovación urbana que ya mencionamos al hablar del teatro romano.

La casa ocupaba una extensión de unos 204 metros cuadrados, (15) y perteneció a una familia acomodada, ya que este tipo de vivienda unifamilia solía ser la residencia de las clases más adineradas, mientras que las más populares se alojaban en bloques de edificaciones de varias alturas y normalmente de alquiler, también llamadas insulae. Su estructura, debido a la orografía, difiere un poco de la domus típica descrita anteriormente ya que en esta se accede directamente al atrium a través de la puerta principal.

El atrium, de tipo testudinado o cubierto, quedó configurado como la estancia más amplia de la vivienda, funcionando como espacio centralizador y distribuidor hacia los diferentes ambientes que conformaban el conjunto. Al mismo tiempo actuaba como una gran sala de recepción. Desde él se accedía a dos pequeños dormitorios y a un ala lateral que permitía la comunicación con la zona destinada a los servicios internos de la vivienda en donde pudieron encontrase la cocina y la letrina. Al norte del atrium quedaban ubicados los dos ambientes más lujosos del edificio, un triclinium y el tablinum, pavimentados con suelos de opus signinum decorados con teselas con motivos geométricos.

Destacamos la presencia de un pequeño espacio de planta cuadrangular interpretado como un lugar destinado al culto familiar. Estaría dedicado, bien a los dioses domésticos o las imágenes de los antepasados que recibían culto de sus herederos. La estancia aparece vinculada al tablinum, reforzando de este modo la importancia de la misma como lugar de representación del status social de su propietario. A lo largo de los años en que fue habitada, la casa fue objeto de diversas reformas que cambiaron la fisonomía original de su estructura. Tal vez una de las transformaciones más llamativas fuera la apertura de un segundo acceso que funcionó como puerta de servicio y que ha sido interpretado como puerta secundaria de la vivienda con salida a otra calle posterior.

El acceso a la casa desde la antigua calle. Foto propiedad del autor.

En las excavaciones se recuperaron fragmentos de vajilla, pinturas, cerámicas, monedas, objetos de adorno personal y lucernas. La Casa de la Fortuna es la única muestra descubierta hasta ahora de una domus en Cartagena.

El interés de estos restos tiene dos vertientes. A) Por un lado, en que se conservan los ejes viarios romanos que la enmarcan, como se ve en la foto superior. Este tramo de calzada se conserva como era habitual, formada por grandes losas irregulares de caliza gris en una via que discurriría en dirección norte-sur. A ambos lados de la calzada se observan las aceras, delimitadas por bordillos de piedra arenisca.

Detalle del alcantarillado. Foto propiedad del autor

La anchura de la calzada era de 4,50 metros. En la parte central transcurre de forma subterránea la cloaca principal de la calle, donde iban a desembocar los desagües procedentes de las viviendas. La red viaria distribuía el tráfico rodado por la ciudad. Habitualmente, estas vías estaban atravesadas a trechos por unos bloques de piedra colocados de forma discontinua que permitían el cruce de los peatones e impedían que los vehículos alcanzaran una velocidad excesiva. En el caso de Cartagena, su trazado se vería muy influenciado por la orografía debido a las cinco colinas existentes en el interior de la ciudad.

B) Por otro lado al buen estado de conservación de los espacios interiores de la vivienda. Ricamente decorados con mosaicos y pinturas murales, entre los que cabe destacar el comedor de la casa y la sala de recepción del dueño de la vivienda. De esta estancia ha llegado hasta nosotros parte de su pintura mural compuesta por un zócalo negro y una pared media con paneles rojos e inter paneles decorados con elementos figurados entre los que destacan cisnes, pájaros y candelabros vegetales de los que hablaremos luego. Los materiales utilizados son caliza gris de la comarca de Cartagena que se aprecian en los pilares. La fachada de la domus estaba construída con piedra de los cerros volcánicos cercanos a la ciudad, conocida como andesita. Los sillares, muy bien encuadrados, dan lugar al tipo de construcción denominado opus vittatum. En la parte alta de la fachada se situarían ventanas cerradas con cristales planos.

Conservada en el pavimento del atrio y que puede interpretarse como un saludo de bienvenida, una inscripción que da nombre a la casa – FORTVUNA PROPITIA – y que puede traducirse como Buena Suerte. Este saludo de bienvenida formaba parte de la decoración del pavimento.

Imagen de la inscripción. Imagen - Fuente: La Domus. Folleto informativo. Región de Murcia

En el triclinium se ha podido constatar que el techo estaba decorado con guirnaldas y plumas de pavo real que encerraban cabezas humanas y las paredes con unos zócalos que imitaban mármol veteado y sobre los que se situaban unas cenefas con una ornamentación que simulaba saltos de agua. La zona media presentaba, a modo de cuadros, naturalezas muertas, un tipo de composición habitual en la decoración de los comedores romanos. Estos motivos pueden ser símbolos de hospitalidad y homenaje a los invitados, o quizás ofrendas a una divinidad.

Detalle de los cisnes y las guirnaldas que corresponden con el techo y la pared. Fotos propiedad del autor

La pared de la sala de recepción estaba decorada con un zócalo en negro, la zona media con grandes paneles en rojo e inter paneles decorados con motivos vegetales, guirnaldas de flores, candelabros y cisnes, rematados algunos con figuritas humanas. La elección de estos motivos sirve para manifestar los conocimientos artísticos y el bagaje cultural de su propietario.

Detalle del zócalo. Foto propiedad del autor

Todos los paneles pictóricos de la casa destacan por su gran cromatismo y belleza. Entre los mosaicos podemos encontrar vestigios con múltiples motivos ornamentales geométricos o simbólicos que emblematizaban elementos de la naturaleza y de la mitología. Las pinturas de La Casa de la Fortuna fueron recuperadas en el proceso de excavación (16) y posteriormente restauradas. Las figuras de aves han sido muy apreciadas en la pintura mural romana, tanto por sus cualidades ornamentales como por su significado, y en muchos ejemplos se dibujaron de perfil. Los pájaros no sólo aparecen en esta casa, sino que podemos ver otros ejemplos en Astorga o en Mérida en la que dos palomas descansan sobre dados.

La presencia de aves parece responder a una necesidad técnica además de simbólica, puesto que se trata de la voluntad del artesano de acentuar la ilusión de relieve y de profundidad en la decoración mural, buscando crear un efecto de lo real en una mera tentativa ilusionista. Los pájaros otorgan además al propietario de la casa un halo de prestigio en el que es posible exaltar su humanitas. (17)

El cisne se inserta entre dos cuernos imitando cornucopias. Está visto de frente con las alas desplegadas en posición heráldica y el cuello alzado. El cisne como ave representada se repite mucho a lo largo de la geografía romana, como ejemplo semejante a este es el de la Casa de Augusto en el Palatino. En España tendríamos a dos cisnes enfrentados en Toledo y representaciones de estas aves en Ampurias.

Integrado en el estilo decorativo, también aparecen como elementos decorativos plumas de pavos reales. Junto a ellas como hemos descrito se han encontrado guirnaldas vegetales realizadas mediante una banda de gran curvatura sobre las que se pintan pequeñas hojas de forma lanceolada y en color verde, con pequeños pétalos de flores blancas y rojas que aparecen a intervalos que desconocemos, puesto que no se conserva ningún fragmento que nos muestre la seriación general. Esta guirnalda sobre fondo blanco suele representarse en la zona superior o en el techo de las estancias. La combinación decorativa se ha encontrado en otros puntos de la península como las de Lucentum (Alicante). La decoración pictórica está datada del siglo I d. C.

En el interior de las guirnaldas podemos aventurarnos a destacar la presencia de ciertos elementos figurados, como cabecitas (18) o máscaras lunares que indicaban la relevancia del área en donde se ha llevado a efecto esta decoración. También aparecen en el complejo otra iconografía muy utilizada que son las cornucopias o cuernos de la abundancia y los candelabros florales.

Por último se han podido encontrar dentro de la casa numerosos objetos de adorno personal, vajillas, enseres, etc. En el tocador de la mujer romana existía una gran variedad de tarritos, botellas y ungüentos para aceite y perfume. Con espátulas y cucharitas de hueso se trituraban, mezclaban y aplicaban colores para acentuar las pestañas y los ojos. Los más frecuentes eran azul egipcio para los párpados, rojo para los labios y pómulos, y ungüento blanco para el rostro. Disponían también de largas agujas, alfileres o punzones de hueso para sostener las trenzas, los rizos y postizos sobre su cabeza. En ocasiones, los extremos de estas piezas se ornamentaban con una figura decorativa.

Platos, ollas y cazuelas. Fotos propiedad del autor.

La vajilla, que forma el ajuar cerámico cotidiano, consistía en una abundante variedad de recipientes clasificados según su función. En la vitrina de las fotos superiores se puede contemplar un plato muy plano para el uso específico de comer pescado tal y como aparece ilustrado en su decoración. La vajilla de mesa más habitual estaba compuesta por platos y fuentes para comer y cuencos cubiletes y vasos para beber. Todas ellas forman parte de la cerámica de cocina: las ollas, cazuelas, tapaderas, fuentes y platos para el horno.

Para concluir, podemos decir que tras los hallazgos que se han llevado a cabo en el conjunto de La Casa de la Fortuna se puede considerar hoy por hoy uno de los pocos yacimientos, sino el único, en que es posible la restitución total del programa decorativo ornamental de al menos dos estancias completas. Hace esto de este yacimiento uno de los grandes conjuntos de pintura mural comparables a otros programas pictóricos del resto de Hispania, no sólo por su conservación sino también por la grandiosidad de su composición y los elementos decorativos.

NOTAS:
1. Qart Hadasht que significa “Ciudad Nueva”, sin embargo, no es la referencia más antigua de la ciudad de Cartagena ya que en el siglo IV a.C. habría una referencia a Cartagena que podrían corresponder a la ciudad de Mastia, un asentamiento ibero o tartésico que tradicionalmente se ha asociado a Cartagena.
2. Carthago Nova es el nombre latino de la ciudad de Cartagena desde su conquista romana hasta la dominación bizantina en el siglo VI d. C., cuando cambió su nombre por el de Carthago Spartaria.
3. Fue importante tras Tarraco y Corduba, renombrada con el nombre de Colonia Vrbx Iulia Nova Carthago (C.V.I.N.C).
4. Es seguro que los griegos conocían la construcción de arcos mediante la colocación de piedras en forma de cuña, pero sus tipos artísticos no lo aceptaban. Fueron los romanos los que utilizaron por primera vez esta forma de construir.
5. Descripción de los opus. Opus caementicium: es el hormigón compuesto de un mortero de cal y arena con guijarros o trozos irregulares de piedra. Con el paso del tiempo estos materiales "fraguan", reaccionando entre sí, y adquieren una consistencia y solidez extraordinarias. Opus incertum: es la mampostería, hecha de piedras desiguales en las que sólo se cuida un poco su cara exterior. Suele estar compactada con mortero de cal. Opus latericium: es el realizado a base de ladrillos (a junta encontrada), compactados con mortero de cal. Opus quadratum: hecho de sillares en hiladas horizontales a junta encontrada. Si todas las hiladas son de igual altura, se denomina opus isodomum; si alternan hiladas de dos alturas, se suele llamar opus pseudoisodomum. Opus reticulatum: el núcleo de muro aparece revestido al exterior con pirámides de base cuadrada que incrustan su vértice en la obra y ofrecen al exterior su base cuadrada, puestas al sesgo, en hiladas oblicuas de 45 grados de inclinación, dando al paramento un aspecto de red. Opus signinum: (de Signia, en el Lacio) especie de hormigón compuesto de cal, arena y ladrillo picado o polvo de ladrillo. Además de su dura consistencia, resultaba impermeable. Se utilizó en suelos y, sobre todo, como revestimiento de conductos o depósitos de agua, aljibes, piscinas, etc. Opus vittatum: sillarejo o mampuesto escuadrado colocado regularmente en hiladas horizontales, alternando a veces con hiladas de ladrillo.
6. El origen de los teatros es griego, pero se diferencia de estos en que tiene planta semicircular, y no circular. Esta modificación se realiza para conformar una sola estructura entre la escena y el graderío. La decoración de todo el conjunto es lujosa: mármoles, columnas, inscripciones en especial en la escena, donde se aplica todo el diseño de órdenes de los arquitectos romanos.
7. Vitrubio fue un arquitecto e ingeniero romano, que vivió en época de Augusto. Describe los teatros en su gran obra "De architectura". En el anexo de este trabajo hay un esquema de los teatros según Vitrubio.
8. El conjunto del escenario tuvo diversas formas en su diseño: planta rectilínea, sin exedras ni nichos y con la frons pulpiti sin decoración o con pilastras. Con exedra central, semicircular y con otros dos entrantes menores rectangulares a sus lados. Planta con tres exedras, semicirculares que eran intercaladas con cinco entrantes rectangulares intercalados.
9. Se refiere a imágenes de: águila, pavo real, danzarinas, búho.
10. Detalles de la descripción tomados de varios informes divulgativos de Sebastián Ramallo Asensio y de Elena Ruiz Valderas.
11. El podium es de fábrica de opus caementicium estaba cubierto de caliza gris.
12. RAMALLO ASENSIO, S.: "Programa ornamental del Teatro Romano de Cartagena", Memorias de Arqueología 2 (1985-1986). Murcia, (1999), pp. 297-307.
13. Fuente: Jaime Vizcaíno Sánchez, arqueólogo de la Fundación Caja Murcia. La tipología de la coraza recuperada en Cartagena permite relacionarla con otros ejemplares hallados en yacimientos de los Balcanes o Italia. De origen oriental, este tipo de protección fue adoptado por el ejército bizantino a finales del siglo VI, reservando su uso a oficiales de alta gradación, sobre todo pertenecientes a la caballería pesada. Fecha: 8/12/2009. La coraza data del primer cuarto del siglo VII después de Cristo y se compone de toda una serie de láminas de hierro, que en su momento recubrieron el cuerpo de un guerrero. El ejemplar, que ofrece datos sobre la indumentaria de los soldados bizantinos, fue recuperado en el nivel de abandono de una de las habitaciones construidas sobre el antiguo teatro romano, transformado a partir del siglo VI en un extenso barrio portuario.
14. Fuente: Información Oral basada en el documento sobre la restauración del teatro de Cartagena. Para reducir el impacto material se han empleado materiales lo más afines a los originales, reproduciendo de la manera más aproximada las técnicas empleadas en la construcción del edificio. Básicamente se ha empleado un mortero de cal, con arena lavada de río. En el mortero se han empleado además andesitas, calizas y filitas de la roca disgregada, que son las empleadas en la obra originalmente. En la cantería se han empelado sólo materiales pétreos de características similares a los utilizados en la antigüedad.
15. De La Casa de la Fortuna se conservan el tablinum, las cubícula, el triclinium y el atrium.
16. Se conoce al conjunto arqueológico como el de la calle Duque. La primera intervención fue llevada a cabo en torno a 1990. En 1999 se llevó a cabo la construcción del semisótano en donde se pueden visitar estos hallazgos en la actualidad. Se llevó a cabo una intervención arqueológica de urgencia y posteriormente se extrajeron piezas que se depositaron en el Museo Arqueológico hasta la apertura definitiva del museo actual.
17. Este aspecto está aún muy discutido aún.
18. Cabezas lunares que también aparecen en el repertorio del Molinete y en la ciudad de Alicante.

BIBLIOGRAFÍA

BELTRÁN MARTÍNEZ, A.: "Acerca de los nombre de Cartagena en la Edad Antigua", Valencia, 1945.
MARTÍN CAMINO, M.: "La andadura romana. De Quart-Hadast a Cartago Nova, Historia de Cartagena, IV, Murcia, 1986.

ARTÍCULOS Y MONOGRAFIAS:

ABASCAL PALAZÓN; J..M. y otros: "Cartagena Romana: Historia y Epigrafía". Edición Facsimilar y estudio TABVLARIUM. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2007.
BERROCAL CAPARRÓS, M.C.: "La Ciudad de Carthago Nova: el declive del siglo II d. C." Revista Cartagena Histórica Nº 13 - Editorial AGLAYA. 
FERNANDEZ DIAZ, A.: "La Casa Romana en Carthago Nova". Arquitectura privada y programas decorativos. Universidad de Murcia, 2001. 
NOGUERA CELDRAN, M.: "Carthago Nova: Una Metrópoli hispana del Mediterráneo Occidental". PREGO DE LIS, A. “Los últimos romanos de Cartagena” Revista Cartagena Histórica Nº 17 - Editorial AGLAYA. 
RAMALLO ASENSIO, S y RUIZ VALDERAS, E: “Excavaciones arqueológicas en el teatro Romano de Cartagena" Memorias de Arqueología IX, Murcia (1994). 
RAMALLO ASENSIO, S y RUIZ VALDERAS, E.: “El teatro romano de Cartagena”, Revista Cartagena Histórica Nº 2 - Editorial AGLAYA.

PARA MÁS INFORMACIÓN:
Cartagena, Puerto de Culturas, Wikipedia, Publicidad Turística de Cartagena, Región de Murcia, Puerto de Culturas, Universidad de Murcia, Canal Patrimonio, Fundación Teatro de Cartagena.

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