EL IV CENTENARIO DEL GRECO

Aunque ya hemos tratado en este blog la figura del Greco, no queremos olvidarnos del programa de actividades  previstas para este año en el que se celebra el IV Centenario de su muerte.


Desde aquí os invitamos a recorrer esta importante figura del arte en España. Os dejamos un video para que profundizar un poco más en su figura.


ROMANICO PLENO EN EL CAMINO DE SANTIAGO

En el año 1002 muere el “Victorioso por Alá”, más conocido como Almanzor (Abu Amir Muhammad ben Abi Amir al-Maafirí, llamado también al-Manūr bi-llah [938-1002]). El estratega musulmán había debilitado las fortalezas cristianas en continuas incursiones por el norte haciendo, entre sus más memorables victorias las que afectaron a la Catedral de León y a la de Santiago.

Su muerte coincidió con el declive del Califato de Córdoba que fue sustituido por los Reinos de Taifas y como consecuencia, el mundo Islámico en la Península Ibérica se dividió disminuyendo su fuerza.

Al no haber, por primera vez, una unidad potente a la que combatir, los reinos cristianos del Norte miran por primera vez hacia Europa y establecen lazos con el mundo ultra pirenaico al no estar apremiados en defenderse de las peligrosas incursiones islámicas. Las tres unidades políticas de este momento son: el Reino de León, el Reino de Navarra (que en el siglo XI comprende Castilla y el norte de Aragón) y el Condado de Cataluña.

En este contexto histórico se desarrolla el arte románico en España. A este periodo se le conoce como románico debido al naturalista Charles de Gerville que con este nombre se refirió a la arquitectura que floreció en Europa entre los siglos IX y XII. Al elegir el término románico pretendió, además, presentar este estilo como una derivación de la arquitectura romana, resultado de la degradación del gran arte antiguo a lo largo de las toscas épocas que siguieron a la caída de Roma. La Historia del Arte actual suele dividir esta época artística en tres fases: primer románico, desde fines del siglo X al tercer cuarto del siglo XI; románico pleno, en torno al último tercio del siglo XI hasta mediados del siglo XII y tardorrománico, que abarca del tercer cuarto del siglo XII al primer cuarto del siglo XIII.

A partir del último tercio del s XI podemos hablar de una uniformidad en las soluciones constructivas que aunó el espacio europeo con el de la Península Ibérica. Estas nuevas formas unificadoras coincidieron con el reinado de Alfonso VI (1072 -1107) de León. Este monarca protegió de un modo especial a la orden cluniacense, estableciendo su centro en la Abadía Sahagún de Campo. La orden de Cluny no solo trajo cambios en la liturgia - cambió en el rito mozárabe por el gregoriano – sino que sirvió para reforzar los vínculos con Francia y Borgoña.

Además esta orden fue la gran responsable de la peregrinación jacobea y de su organización. Una peregrinación que impulsó el intercambio cultural y artístico entre la Península Ibérica y Europa. Como muestra podemos hablar del modelo de templo de peregrinación que culminó en la Catedral de Santiago y de los modelos iconográficos importados para los relieves así como soluciones arquitectónicas y planimetrías. De España se exportan a Francia los modillones de rollos y los arcos polilobulados.

El Camino de Santiago entraba en España por tres rutas diferentes: la ruta oriental por Sompor (Huesca) y enclaves en Jaca, San Huesa y Puente de la Reina. Una segunda ruta entraba por Roncesvalles (Navarra) y pasaba por Pamplona, hasta llegar a Puente la Reina. Y una tercera ruta entraba por Irún hasta Victoria y de ahí a Burgos, donde se unió a las ya mencionadas.

Esas dos anteriores atraviesan Estela, Logroño, Najera, hasta Burgos. De ahí a Compostela por Castrojeriz ,Puente de Hitero, Fromista, Carrión de los Condes, Sahágun de Campos, León, Astorga, Ponferrada, El Bierzo, Portogarin, Melide y Compostela.

En Carrión de los Condes se encuentra el monasterio de San Zoilo, primero benedictino, luego cluniacense y acabó en manos de los jesuitas en el siglo XIX. Fundado en el 948 se enclava junto al río Carrión en la provincia de Palencia en la comarca de Tierra de Campos, a pocos kilómetros de Fromista y dirección a Sahagún. 



En su interior un impresionante claustro proyectado por Juan de Badajoz el Viejo en 1537 con profusa decoración basada en lecturas bíblicas y personalidades de la iglesia. El claustro se comunica con la iglesia a través de un portada en arco rebajado entre columnas abalaustradas. El templo, del siglo XVII, es de una sola nave, cubierta por bóvedas de cañón y cúpula sobre el crucero. Tiene coro a los pies, con sillería y órgano barroco. La portada se atribuye a Felipe Berrojo y tiene dos cuerpos con imágenes de santos. El monasterio cuenta además con otro patio más modesto, ya neoclásico.

Desde León, existió una desviación al relicario de San Salvador de Oviedo que incluso tuvo una peregrinación propia que pasaba por Pajares, Arbas del Pueto, Mieres, Olloniego. Otra vía de acceso era por San Isidro (por eso en el concejo de Aller hay ejemplos románicos). Incluso existió una ruta costera para llegar a Compostela que iba desde Irún atravesando Asturias y que fue muy transitada a partir del siglo XIII.

Los motivos que llevaban a la peregrinación eran diversos: La Fé y el carácter devocional o para cumplir una penitencia. En la Edad Media, la legislación canónica y civil imponía la peregrinación para expiar culpas y delitos. Tal fue así que se originó el peregrino alquilado (una persona debe hacer una peregrinación, pero hay cosas que se lo impiden o esta próxima a la muerte y entonces deja la peregrinación en herencia a un hijo o sino alquilaba a alguien para que peregrinara por él. Los atributos de la iconografía del peregrino son la bandolera con concha venere y bordón (Bastón que le sirve de apoyo y para defenderse).

Debido al importante tránsito de peregrinos, surgen a lo largo del camino unas infraestructuras: se abren caminos, se construyen hospitales, se edifican malaterías para los  leprosos e infraestructuras templarías para cubrir las necesidades espirituales de los peregrinos.

En el momento de la plenitud estilística del románico observamos estos cambios constructivos:

·       Cambios en las cubiertas: los templos son abovedados por completo y afectan a los grandes espacios. Aparecen soluciones nuevas tales como la crucería o la cúpula sobre pechinas de influencia oriental.

·       Cambios en la estructura mural: del muro liso y homogéneo y con decoraciones superpuestas, se pasa al muro estructurado, tectónicamente activo. Se establecen interrelación entre los elementos sustentantes y los sustentados. De ese muro estructurado surge un nuevo concepto espacial que generan células espaciales individualizadas dando origen a un espacio aditivo bien diferenciado del espacio longitudinal y direccional. Las fachadas articuladas traducen al exterior la organización interna y aparecen las portadas monumentales con profusa ornamentación.

·       Surgen nuevos elementos constructivos tales como los pilares cruciformes que adoptan esa disposición para establecer un enlace con los arcos formeros y fajones.

En torno al Camino, hacia el año 1100, se producen trabajos simultáneos en diferentes enclaves entre los que destacan: Jaca, Fromista, San Isidoro y Compostela.

Nos vamos a detener en San Martín de Fromista (Palencia). Su fundación fue, en torno a 1066 y corrió a cargo  de Doña Mayor, viuda de Sancho el Mayor de Navarra y madre de Fernando I (rey de León). Se especuló con que fue construida antes que Jaca, debido a que tenía un aparejo más menudo pero finalmente se asegura que es contemporánea a Jaca. Se fecha en el año 1100 y fue entregada a la orden de Cluny en 1118 a través de su vinculación con San Zoilo de Carrión de los Condes. Se la ha considerado la obra perfecta del románico, por su equilibrio y armonía.

Descripción en planta de Martín de Fromista (Palencia).




Consta de tres naves con crucero alineado en planta y tres ábsides escalonadas. Su cúpula se asienta sobre trompas con cimborrio englobada en el crucero. Está totalmente  abovedada con cañón sobre arcos fajones que descansan en pilares cruciformes. Las naves se cubren a diferente altura dando lugar a un juego de formas en la fachada.





El cimborrio es evolucionado y esbelto sin que exista otro paralelo en la Península Ibérica y casi en todo occidente, salvo alguno en Italia de Influencia Bizantina. Los vanos, al igual que en Jaca, son roscas concéntricas y la central cuenta con moldura abocelada. Las portadas se destacan en un cuerpo saliente que se cubre con un tejaroz y tacos en los elementos moldurados. 

Los capiteles esculpidos son de extraordinaria belleza e interés. Los podemos agrupar en tres grupos: los vegetales cuya función es decorativa, los compuestos por animales unos representando el bien (pelicanos, palomas, águilas) y otros el mal (serpientes, lobos, lechuzas). A mitad de camino entre ambos tenemos los animales fantásticos cuya interpretación es dudosa. El tercer grupo lo forman los capiteles historiados que representan escenas bíblicas. También son dignos de observar los canecillos exteriores. Son unos elementos arquitectónicos que al igual que los capiteles guardan una enseñanza moral o un recordatorio. Por este motivo las interpretaciones de su significado son algunas veces muy problemáticas y discutibles.

EL ARTE CORDOBES Y LOS REINOS TAIFAS



La Mezquita De Córdoba


La arquitectura musulmana podemos decir que comienza en España con Abderramán I. El instaurar el Emirato Independiente de Damasco que dura desde la ½ VIII- IX (756-912), fecha en la que se construye la parte más antigua de la mezquita. El edificio fue construido en el solar de la catedral visigótica de San Vicente aprovechando parte de sus viejos muros. Se utilizaron columnas y capiteles romanos y visigodos.

El aprovechamiento de estas columnas tenía un gran problema: su poca altura. Para subsanarlo se colocan sobre los altos cimacios del tronco de pirámide invertida unos pilares sobre los que cabalgan arcos de medio punto entibándose  mediante arcos de herradura. Aumenta su lucimiento con el empleo alternado de piedra, ladrillo y policromía. Estos arcos de herradura tienen la función de tirantes para evitar los desplomes en la conjunción del pilar sobre la columna, los arcos superiores de medio punto tienen la misión de soportar los muros en los que apean las cubiertas.

Tienen las columnas basas que se ocultaron en la época de Abderramán II, así tras las restauraciones del piso han quedado visible las basas. Los fustes son de mármol y granito, y los de la nave central de pudingas rosada, algunos presentan estrías verticales o en espiral. Los capitales son de mármol blanco, corintio y compuestos. El cimacio se ensancha hacia abajo de tipo troncopiramidal, entre la columna y el pilar. Sobre los cimacios cargan unas piezas, de piedra sillar y de sección cruciforme, en las que apean sobre sus brazos longitudinales los arcos de herradura mientras que sobre los transversales, volados mediante modillones de rollos, cabalgan los pilares de planta rectangular. El pilar superpuesto lleva en su parte alta una imposta volada. De aquí arrancan los arcos de medio punto que son más gruesos  que los de herradura.

Esta mezquita contaba con 11 naves, la central conducía al mihrab. Cada nave constaba de doce tramos. Las naves eran perpendiculares a la quibla. Esta mezquita fue creciendo conservándose su estilo. Con Abderramán I aparecen los modillones de rizos. Consisten en unos cilindros en serie que forman el vuelo del modillón sobre el que se asienta la pilastra que hay encima de las columnas.

Las paredes de la mezquita presentan sillares bien escuadrados con la disposición romana, a soga y tizón. Los tejados de las naves cubiertos a dos aguas.

Característica de esta mezquita y de todas las españolas es que el mihrab y el muro de quibla miran al sur y no al oriente(SE), ya que para marchar a La Meca los musulmanes habían de seguir una dirección meridional.

En líneas generales puede decirse que el arte hispanomusulmán nace de dos aportes:
          - Del arte primitivo musulmán árabe.
          - Tradición romana y visigoda hispánica.




LA AMPLIACIÓNES

Con Abderramán II, la sala de oraciones se amplió hacia el río, en dirección sur; destruyendo el mihrab y perforando el muro de la quibla. En total la superficie ampliada del haram significa algo menos de dos terceras partes. Se hacen capiteles nuevos pero copiados de los romanos. Destacamos los cuatro capiteles iguales dos a dos que soportaban el arco del mihrab de Abd al-Rahman II y que Al-Hakam II trasladará en su ampliación a su emplazamiento definitivo en el actual arco del mihrab.

En el 885 bajo el emirato de Mohamend I se construye la Puerta de San Esteban o puerta de los ministros. El arco ofrece una nueva disposición: arco de herradura peraltado y enjarjado. Es decir lleva las dovelas de arranque en disposición horizontal por lo que funciona como un arco rebajado. El trasdos del arco va con arquivolta, con la que se recuadra el alfiz o arrabá. El arco  cobija a su vez una puerta cubierta con dintel adovelado, envuelto por un recuadro o alfiz.

El exterior de la mezquita presenta unos sólidos muros robustecidos con contrafuertes. Se remata con un almenado de formas escalonadas de origen sirio. Esta fachada tiene sus precedentes en la arquitectura romana.

Abdala mandó hacer un corredor sabat que iba desde su palacio hasta el mirahb de la mezquita.

ABD DE-RAHAM III: El Califato

El s. X representa el máximo esplendor de la España musulmana. Mucho de esto se debe a la excelsa personalidad de Abd de-Raham III que llegó a proclamarse califa.

Se produce la tercera ampliación en la mezquita, se construye el actual minarete, formado por dos cuerpos de planta cuadrada. Tenía dos escaleras dispuestas en sentido opuesto las cuales acababan en la plataforma del muecín. Las proporciones del cuerpo principal eran de 3 a 1 y una unidad más suponían el cuerpo terminal. Estas proporciones quedaron como rituales en los demás minaretes.

Amplió el patio, dotó de pórticos y levanto el alminar hoy escondido dentro de la torre cristiana. La parte de arriba fue demolida. Realizó un refuerzo de la fachada de la sala de oraciones de Abd- al Raham I.

La reforma de mayor suntuosidad de la mezquita de Córdoba fue llevada a cabo bajo Alhaquem II: Para ello fue preciso derribar parte de la obra anterior. Alargándose más el templo en el sentido longitudinal de las naves de Abderramán I,II. Se hace el mihrab actual quedando frente a él una especie de nave transversal o crucero con cúpulas en el centro y las extremidades.

Delante del mihrab queda la macsura, espacio reservado al soberano. Lo que más distingue a la obra de Alaham II son las cúpulas del mihrab, macsura y del lucernario o capilla de Villaviciosa. Todas ellas son nervadas dejando cupulitas gallonadas en los distintos espacios.

La novedad son estas cuatro linternas o cimborrios que van cubierta por cúpulas de arcos entrecruzados. De estas cúpulas dos se sitúan al principio y al final de la nave central enfrente del mihrab, y dos transversales a esta última. formando una especie de crucero. A excepción de la capilla de Villaviciosa que tiene forma rectangular las demás son cuadradas. La macsura: el tramo ante el mihrab en la nave central y sus dos adyacentes, todo cubierto con cúpulas forman la maqsura. Son arcos lobulados entrecruzados en aspa en la parte inferior y sobremontado por arcos de herradura. Estas cuatro cúpulas tienen en común: están formadas por arcos de medio punto de sillería que se entrecruzan dejando un polígono central, cerrando la plementería con mampuestos. Estas cúpulas tienen precedentes orientales tanto en Bizancio como en el mundo islámico.

Se emplean en esta ampliación materiales nuevos, los capiteles son corintios pero formados por hojas simples, cactiformes. Se usa un nuevo tipo de arco que tiene como característica la desviación de la línea del trasdós, las dovelas bajas son más cortas que las altas. Además se despiezan al centro de la base.

También es novedad que en la macsura y capilla de Villaviciosa se usen cruzamientos de arcos generalmente de herradura y lobulados que también  se emplean desde ahora.

La última ampliación de la mezquita es la realizada por Almanzor. Este aumentó el numero de naves a ocho por el lado  de oriente, así el mihrab que se encontraba en medio de las doce naves ahora queda descentrado. Por primera vez se usan arcos de herraduras apuntados.


LA MEZQUITA DEL CRISTO DE LA LUZ DE TOLEDO

Recibió el nombre cristiano en el 1187. Se ha datado entre el 999-1000. Es un oratorio de pequeñas dimensiones de planta cuadrada de 8m. En el interior se divide por medio de cuatro columnas. En su construcción se ha utilizado la piedra granítica, el ladrillo y el aparejo de cajas de mampostería.

En la fachada sudoeste que da a la calle abre tres arcos de los que el central es de medio punto y los laterales de herradura y lobulados respectivamente, encima hay un friso de arcos de herradura entrecruzados otro friso de rombos y dos cintas de esquinillas. En la fachada que da al patio se abren tres arcos de herradura que en altura van doblados por arcos de medio punto.


MADINAT AL-ZAHRA



LA MEZQUITA
Prototipo cordobés con naves perpendiculares está orientada al S.E. y el haram está formado por cinco naves perpendiculares al muro de la quibla con ocho tramos o intercolumnios.Techumbre plana  y tejado a dos aguas. Este tipo de planta se repetirá en la mezquita mayor de Almería y en la sinagoga de S. María la Blanca de Toledo.

LA ARQUITECTURA CIVIL
Constituye el taller artístico del arte califal cordobés. La ciudad emplazada en la ladera de la sierra se estructura en tres niveles o terrazas decrecientes; dependencias palatinas en la terraza alta, jardines en la media, ciudad en la baja. La dependencia palatina llegaba a la intermedia. Se diferencian las casas, los salones de despacho o recepción, las calles o corredores y los jardines.

Hay que hacer un inciso en los salones para despacho o recepción de planta basilical con pórtico orientados en dirección N-S, se les llamó: el salón grande y el salón rico.

El más antiguo es el salón rico llamado así por su abundante decoración de revestimiento mural. Mandado construir por Abderramán III. Tiene un pórtico de planta rectangular poco profundo y muy ancho. Dicho pórtico da acceso  a las tres naves longitudinales del salón central. Son arcos de herradura, los fustes en mármol azul de Córdoba y mármol rosado de Cabra. Para entrar a la nave central esta el sistema de triples arcos de herradura y para las laterales el arco doble mientras que el pórtico al exterior abre en una serie de cinco arcos de herradura. 

El salón grande: de similar tipología, en al año 1912 se denominó salón de embajadores.

Además de la planta y disposición de los edificios hay que incluir la cerámica con sus diversos procedimientos técnicos de cerámica decorada en verde y morado.

De Bizancio vino la famosa fuente de mármol verde con doce caños en oro. Se trajeron columnas para Madinat al Zahra. Los pavimentos se combinan con piedra caliza e incrustaciones de ladrillo rojo. En suma, tanto elementos de tradición local desde el clasicismo romano a la rudeza visigoda, como elementos de tradición oriental, bizantinos y omeyas y abbasies

OBRAS DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA

De la época del emirato sobresale la Alcazaba llamada el Conventual de Mérida, era un refugio y casa del gobernador. Destacamos el arco de la puerta que es de herradura peraltado en menos de 1/3 del radio. Está construida con sillares a soga y tizón, aparejados irregularmente. Desde el punto de vista de la estrategia militar es más una fortificación para el sometimiento del territorio que para prevenir ataques exteriores.

En la época califal se organiza un sistema de fortalezas que unido a las cercas de las ciudades aseguran el interior de Al-Andalus tanto contra los ataques cristianos del N. como contra las posibles invasiones marítimas del S. Si el terreno donde se levanta el castillo es llano, la planta sigue la tradición romana, si es por el contrario escarpado el recinto se adapta a las formas del relieve.

ARTES INDUSTRIALES CORDOBESAS.

Los marfiles: Botes y arquetas, estas últimas son mayores. Eran de uso femenino destinadas a guardar joyas, ungüentos y perfumes. La más antigua corresponde al califato de Al-Hakam II (964).

El Bote de la catedral de Zamora (964) desarrolla el estilo ornamental de la mezquita de Córdoba. Aparece también un estilo nuevo realizado por Halaf como la arqueta de Fitero (966) o como el bote de la Hispanic Society de Nueva York.

Halaf es un artista extranjero, procedente de oriente, su talla es profunda, rica de modelado y carnosa, introduce un nuevo tipo de ataurique, de hojas simétricas y asimétricas, en cuyos bordes aparecen unos anillos u ojetes circulares. Constituyen un precedente de la decoración de ataurique en las yeserías almorávides.

También hay temas figurados, animales, escenas cortesanas, de lucha: El bote de Al-Mughira en el museo del Louvre (968), la arqueta de Leyre (1005) museo de Pamplona.

En metales: arqueta de la catedral de Gerona, 970. Piezas de bronce de procedencia cordobesa: Dos ciervos uno en el Arqueológico de Córdoba y otro en el de Madrid que servían como surtidores en las fuentes, son obras fundidas en bronce y decoradas con grabado a buril formando círculos tangentes que encierran hojas esquemáticas.

En cuanto a los tejidos,  destacamos la fabrica que se llama tiraz, entre sus tejidos destacamos el almaizar o velo, se conserva un fragmento del almaizar de Hisam II.

En cuanto a la producción de cerámica está la vidriada o loza de influencia oriental abbassí.

ARTE DE TAIFAS:



Destacamos la Aljafería de Zaragoza, fundado por la dinastía hudí. La historia de este monumento ha sido muy azarosa pasando tras la reconquista de Zaragoza en 1118 a alcázar cristiano de los reyes aragoneses, con importantes ampliaciones en época de Pedro IV.

El monumento tal y como se ve ahora es el resultado de una larga campaña de reconstrucción llevada a cabo por Francisco Iñíguez.

Nos interesa aquí el palacio taifal del s.XI, es de planta rectangular con murallas y torreones ultrasemicirculares (16) y una torre rectangular en el lienzo N. la llamada torre del Trovador.

Entre las novedades formales destacamos en la Aljafería los capiteles. Hay dos series, los más pequeños son de hojas lisas, responden a la tradición cordobesa de la mezquita aljama en su época califal, la serie de mayor tamaño y más vistosa esta llena de decoración de ataurique las hojas de acanto. Van labrados en alabastro material característico del valle del Ebro.

LOS BAÑOS:

Tienen una disposición romana. Encontramos baños en Mallorca, Toledo, Baza pero uno de los más conocidos es el Bañuelo, junto al río Darro (Granada).

Estaban formados por varias cámaras de planta rectangular: vestuario, sala fría, sala central y una sala caliente, esta tenía alcobas laterales. El sistema para calentar por debajo el suelo de la sala (hipocausto o gloria), era de tradición romana.

Alcazabas: Málaga, Granada y Almería.

ARTES DECORATIVAS:

La fuente de los leones: en la Alhambra de Granada. Formada esta fuente por doce leones en pie, en rueda, que sostenían la taza original que ahora se halla sustituída por otra nazarí. Toda ella está labrada en mármol. Esta escultura animalística es continuación de la tradición califal.

La pila de Xátiva: decoración en bajo relieve en los cuatro frentes, es de este mismo momento . Tiene escenas de torneos, danzas, músicos flora, mujer amamantando y luchas de animales.

El taller de marfiles taifales es una continuación de lo califal: taller de Cuenca.

La arqueta de Silos tiene decoración en fajas o bandas paralelas con abundancia de figuras en especial arqueros disparando flechas a las fieras...

La arqueta de la catedral de Palencia disminuye la decoración figurada y aumentando el ataurique.

BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA:
  
  • BORRÁS, Gonzalo . “El Islam: De Córdoba al Múdejar”. Silex.
  • MARTIN GONZALEZ, J.J. “Historia del Arte”. Gredos
  • JIMENEZ MARTÍN, A. “El Arte Islámico”. Historia 16
  • VARIOS. “Islam, Arte y arquitectura”. H. F. Ullmann


LAS FLORES DEL MAL de CHARLES BAUDELAIRE



“Mientras no cambie el corazón del hombre Las Flores del Mal de este sincero escritor permanecerán sin marchitarse”.
          Las Flores del Mal son, en efecto, una metáfora, pero por lo mismo, más honda que la realidad aparente. Baudelaire ofrece en ella su propia existencia. Pocos escritores han expresado con tanta exactitud el placer de los sentidos y el dolor de la conciencia ante la bestialidad o el pecado.




“Habría que añadir dos derechos a la lista de derechos del hombre: el derecho al desorden y el derecho de marcharse”
C. BAUDELAIRE



APUNTE BIOGRÁFICO

Charles-Pierre Baudelaire, que en 1867 abandonó este mundo, había venido a él un nueve de abril de 1821. Su padre Joseph-François Baude­laire, un sesentón que había colgado la sotana en 1789; era, entre otras muchas cosas, un pintor aficionado. Muere cuando Charles cuenta con tan sólo 6 años. Un día, Charles descubrió un hecho que, en su edad adulta, no podrá borrar de la memoria: su madre, Caroline Archimbaut Defays, vendió las pocas pinturas que le quedaban de su marido, cosa que el hijo le echará en cara en más de una ocasión a lo largo de toda su vida.[1]
          Inició sus estudios en Lyon en 1832 y los prosiguió en París, de 1836 a 1839. Caroline que está aún en edad de merecer; se desposa en 1828 en segundas nupcias, tras notorio y corto luto, con Jacques Aupick, a quien le esperaba una fulgurante carrera militar. Charles no olvidará esta boda y para él, una imperdonable traición de los nuevos esposos hacia su padre. Por eso sintió aversión por su padrastro y acabó vagando de internado en internado hasta que se dedicó, sin más, a la bohemia.
          Pronto conoció a una prostituta a la inmortali­zó[2] en Las Flores del Mal: era Sarah “la judía”, también apodada “la bizca” – de la que se dice que contagió a Charles la sífilis.  
          En un consejo de la familia y bajo la presión del ya su padrastro, el general Aupick, deciden alejar a Charles de París obsequiándole con un viaje, lo que él interpretó como un castigo estúpi­do. El nueve de junio de 1841 partió del puerto de Burdeos con destino a Calcuta. Se trajo de este viaje ese poco de exotismo para sus paisajes soñados que bien pudiera explicar su afición por Jeanne Duval, una actriz de segunda del Porte Saint-Antoine, de grandes ojos negros, carnosos labios sensuales, pelo crespo y todas las virtudes que por aquel entonces se imputaban a las mulatas: alcohólica, gastadora, mentirosa, ignorante y en tal grado dada a la vida de placer que el poeta ya nunca pudo separarse de ella. No obstante pasó por muchos propósitos de enmienda y de ruptura. Pero fue Jeanne su musa tierna, bestial y satánica, y a ella debió en parte el horror de su existencia y su gloria final como de poeta.
          A su vuelta a París exigió y obtuvo la ingente suma de setenta y cinco mil francos que le correspon­dieran de la herencia paterna. Desde entonces, su comportamiento fue conducido por la elegancia y generosidad de un dandi y su afición por la noche parisina dilapidó en tan sólo un año la mitad de su inmenso patrimonio.
          Una tentativa de suicidio le reconcilia provisionalmente con su madre. En 1846, descubre la obra de Edgar Allan Poe, ese otro incomprendido que se le asemeja, y que  durante diecisiete años, Baudelaire va a traducirla.[3]  Fue además pionero en el campo de la crítica musical, donde destaca sobre todo la opinión favorable que le mereció la obra de Wagner, que consideraba como la síntesis de un arte nuevo. También participó de la revolución de 1848, más por exaltación que por convicción.[4]
          En 1857 ve la luz su obra Las Flores del Mal. Y en un corto periodo de tiempo se publicaron los Paraísos artificiales (1858-1860). Durante estos años pasó la mayor parte de sus días al acecho de los acreedores, a pesar de: las ganancias de su pluma, los envíos económicos que le hacía su madre y las asignaciones mensuales que le dispensaba su administrador. Las deudas y otras razones[5] explicarían su autoexilio en Bélgica en abril de 1864.
          A partir de aquí, su salud comienza a deteriorarse. Siente ahogos, sufre crisis gástricas y la sífilis reaparece con mayor virulencia. Para combatir el dolor, fuma opio, toma éter… físicamente es una ruina.
          Sufre un primer conato de parálisis en 1865, y los síntomas de afasia y hemiplejía, que arrastraría hasta su muerte, aparecieron con violencia en marzo de 1866, cuando sufrió un ataque mientras visitaba la iglesia de Saint Loup de Namur.
          Trasladado urgentemente por su madre[6] a una clínica de París, permaneció sin habla pero lúcido hasta su fallecimiento. Agoniza durante un año. Se apaga a los 46 años, el 31 de agosto de 1867, en los brazos de su madre. La primera edición de sus obras completas se publicará en 1939. Charles Baudelaire es considerado el padre, o, mejor dicho, el gran profeta, de la poesía moderna.
“LAS FLORES DEL MAL”
          DE SU PUBLICACIÓN Y SU LECTURA
          El libro que nos ocupa, titulado en francés Les fleurs du mal se puso a la venta el 25 de junio de 1857 y sucedió lo que el poeta preveía: provocó un importante escándalo. Las Flores del Mal fueron juzgadas como obscenas y consideradas “ofensivas a la moral pública y las buenas costumbres”. Fue procesado y obligado a pagar una importante multa: trescientos francos. Sin embargo, ni la orden de suprimir seis de los poemas del volumen, ni la multa, impidieron la reedición de la obra en 1861. En esta nueva versión aparecieron, además, unos treinta y cinco textos inéditos a pesar de sus escasísimos apoyos.[7]
          El Prólogo está escrito por el propio Baudelaire y lleva el elocuente y desafiante título: “Al lector”, en el cual se hace una honda requisitoria a las bajezas morales que minan las bases espirituales de la condición humana a través de su fachendoso tránsito por las diversas edades de la historia.
          DE SU ESTRUCTURA Y MENSAJE
          El acercamiento a este libro puede hacerse perfectamente como un “tratado moral” en el sentido que los moralistas dieciochescos franceses le asignaban a esta expresión. El poeta alza su estilo lírico contra la mezquindad, la culpa, el error y demás taras éticas de un mundo, paradójicamente, en plena expansión capitalista.
          La elección del título es ironía y contradicción. Recordemos expresiones y relaciones que se hacía en épocas pretéritas entre las flores y la juventud. La flor como símbolo evocador del amor, de los perfumes… en cambio su poesía es ponzoñosa, las flores, tan bellas se asocian al mal como concepto. Es un título rico, cromático, evocador. Está lleno de sentidos, de relaciones. Es una mezcla entre la realidad y el tópico: es una constante simbólica. Al principio de la obra, Charles se dirige al lector fusionándolo con él en su necesidad de liberar estos monstruos:… Lector, tú bien conoces al delicado monstruo, -¡Hipócrita lector -mi prójimo-, mi hermano!
          En cuanto a su estructura, consta de una primera parte, titulada por el bardo maldito Spleen e Ideal que consta de unos cien poemas de regular extensión y en los cuales habla, como nunca nadie lo había hecho hasta el momento, sobre la belleza, el orgullo, el remordimiento, lo irreparable, la música, la tristeza, la obsesión, el dolor, el hastío y el tedio como materia poética de creación verbal.
          A la segunda parte, denominada: Cuadros Parisienses  a la que le siguen El vino, Las flores del mal, Rebelión y La muerte. Textos cuya sola mención ya lo dicen todo o casi todo.
          En un apéndice se añade además un suplemento que consta de los llamados Poemas Prohibidos y que son: Las alhajas, el leteo, a la que es demasiado alegre, Lesbos, mujeres condenadas y Las metamorfosis del vampiro. Y un segundo apartado titulado Nuevas Flores del Mal. Ambas fueron añadidas por el Charles Baudelaire en la edición de 1861 y en esta edición se estructuran bajo la consideración inicial marcada por Adam.[8]
          Su lenguaje se aleja mucho de los versos matemáticamente medidos. En vez de tallar la poesía con exactitud geométrica, la suya se desliza, ondea, vibra según el espíritu que la inspira. En su  métrica predominan los octosílabos y los endecasílabos agrupados de manera flexible en cuartetos y sonetos libres. Son rimas constantes, plenas y  sonoras. Busca deliberadamente una musicalidad que a veces parece susurrar misteriosa, sobriamente, y otras, en cambio, se eleva estridente con timbre metálico. Las Flores del Mal están escritas en un francés culto, suntuoso y propenso a lo barroco.
          DE SU DECADENCIA POETICA
          En líneas generales, el espíritu poético de Baudelaire era un espíritu presa de un alma insumisa, irreverente ante los constituidos de la época. Una sensibilidad iconoclasta no podía sino anidar en una mente profundamente anticlerical. Qué podía pensar un ciudadano francés al leer algo como esto:
“Oh tú, el Ángel más bello y asimismo el más sabio Dios privado de suerte y ayuno de alabanzas, ¡Oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!”
          Se convirtió así en poeta enemistado con la lógica que sustenta los tejidos discursivos del mundo moral y religioso de su época. Fue blasfemo y anticlerical por que hacerlo estaba de moda, porque era un signo de rebeldía contra la burguesía. Pero esto no significa que no haya vivido dolorosa, profundamente angustiado por la agonía cristiana, tanto más intensa cuanto más se le amargaba y ensombrecía la existencia. Si tuviéramos que apurar algún adjetivo sería el de genio de la poesía de la vacuidad y el horror.
          Considerado padre espiritual del decadentismo. Los críticos coinciden al señalar que formalmente abrió el camino de la poesía moderna. Su oscilación entre lo sublime y lo diabólico, lo elevado y lo grosero, el ideal y el aburrimiento angustioso (el Spleen) se corresponde con un espíritu nuevo, y precursor, en la percepción de la vida urbana. Además, estableció para la poesía una estructura basada en las antedichas correspondencias o trasvases perceptivos entre los distintos sentidos. Las correspondencias equivalen a audaces imágenes sensoriales que representan la caótica vida espiritual del hombre moderno. El simbolismo de Rimbaud, Verlaine y Mallarmé, es deudor de esta profunda concepción estética de Baudelaire.
          En resumen, su rebeldía no solo es contra la sociedad, sino contra el lenguaje que estaba amarrado por la métrica y la rima. Baudelaire cambio la forma de ver, sentir y escribir sobre el mundo: crea el poema en prosa; mezcla de lírica y narrativa a través de este nuevo tipo de escrito que le permite demostrar que la poesía no reside en ninguna forma. Mezcló los géneros literarios, tal vez porque entendió que estos son tan solo mecanismos de ataque de la mente a lo que se quiere presentar.
          En cuanto a la mujer en Baudelaire,[9] tiene un papel fundamental en la inspiración, de musa o solo estando presente en la obra creando, tal y como en la vida, un equilibrio con el hombre. Pero esta armonía entre los sexos, Baudelaire nunca la entendió totalmente y tampoco llegó a reproducirla en sus propias relaciones con las mujeres. Conocido en todo París por su vida desvergonzada y sus numerosas aventuras, Baudelaire tuvo sin embargo unas cuantas relaciones amorosas que podríamos calificar de serias. Unas con más influencias que otras sobre su personalidad, pero todas importantes en su arte poético por formar ciclos, que él denominó como los ciclos del amor.
          El tema de la mujer y de su influencia sobre el artista es redundante pero importante, sobre todo en el caso de un personaje como Baudelaire, y lo primero será intentar conocer al poeta un poco más precisamente. Es casi imposible definir el amor, y aún más cuando se trata de especificarlo según el pensamiento de alguien que no se conoce directamente; determinar el pensamiento de Baudelaire es por lo tanto improbable en este caso pero lo que podemos hacer es intentar delimitar los tipos de mujeres que él consideraba como tales.
          Por último, recordemos que la figura de Baudelaire se la recuerda como el "Padre espiritual de los malditos". Antes que nada definiremos el término: Poeta maldito. Con esta denominación se intentaba agrupar a todos los poetas franceses que de una forma decidida habían contribuido al desarrollo de la modernidad, que se caracterizaban no sólo por lo novedoso de sus ideas y poética, sino por su forma de estar en la vida, a contracorriente de todas las corrientes establecidas y academicistas del momento.
          CONCLUSIONES FINALES
          Parece que en Baudelaire todo llegó a destiempo; poeta contemporáneo al siglo XIX, censurado por la sociedad hipócrita donde le tocó vivir, alzando su voz valiente evidenciando dicha hipocresía. La misma sociedad hipócrita, que a los pocos años despreció el Impresionismo; y miró horrorizada el famoso desnudo de Modigliani por tener vello púbico.
          Fue borracho, opiómano, dilapidó una fortuna heredada; sus versos eran satánicos, observador crítico de su mundo circundante, cáustico pero no desde un pedestal, sino, partiendo de sus propias debilidades humanas.
          La Flores del Mal, es un libro cuyo primer mérito es la autenticidad en el sentido que no deja de señalar las cosas por su nombre, en una época azucarada y decadente, en que se hacía uso y abuso del estilo.
          París era una ciudad bullente, con todos sus vicios y virtudes. Todo nos hace pensar que fue un vividor y un vicioso, pero en sus Flores del Mal no hace apología de sus vicios, muy por el contrario: los condena uno a uno. Le habla al altísimo a veces enfadado de ver tanta injusticia; reniega de su mala suerte y de su destino de poeta, tan poco valorado.
          Vive en la época del romanticismo decadente: todo huele a rosas, no obstante la sífilis abunda y es incurable. Hoy, parece que a fuerza de elogios infundados, pretendiéramos reparar esa injusticia practicada en su persona por nuestros antepasados. Algunos hoy lo tratan del mejor poeta francés de todos los tiempos; del lodo al mármol, sin ningún pudor ni vacilación.
          Resulta doloroso mirar su sufrimiento y las observaciones que de él se han hecho como si se quisiera justificar su dolor. Se le acusa por dilapidar su fortuna omitiendo que era un poeta y no un economista o especulador. Tenía que ser así, morir en la miseria, como tantos grandes lo han hecho.
          Tampoco se ha vacilado en tratarlo de maldito pero desvirtuando la palabra maldición haciéndola aparecer como condición obligatoria del talento, por pseudo poetas, muchos de los cuales exhiben curriculum, que parecen más la postulación a una empresa multinacional, que la presentación de un artista. Se olvidan que al creador se lo juzga por su obra, no por su comportamiento personal y privado, tampoco por sus logros académicos; recordemos que muchos pintores famosos no terminaron la Escuela de Arte, por un motivo bastante razonable: el evitar influencias. Pero nuestra época se caracteriza por preferir lo exterior; viviendo el reino de la apariencia y la superficialidad, pretendemos embellecernos a costa de cirugías; cultivar nuestros espíritus a través de resúmenes y condensaciones escritas de fácil digestión, en fin, hemos evolucionado poco desde su época hasta hoy.
          Sorprendente su estilo, de ese ser atormentado por la vida, que no encuentra una razón que lo mantenga “vivo” por sí solo. Un romántico por excelencia. Un bendito "maldito", este fue Baudelaire.


[1] Charles Baudelaire cita textual en una de sus cartas: “... aunque mi padre fuera un artista detestable, esas antigua­llas tienen un valor moral para mí.”
[2] En concreto lo hace en el poema XXV que así empieza: Harías pasar al mundo entero por tu calle de miseria, / ¡mujer impura!...
[3] Todavía las únicas existentes en francés.
[4] Hay que destacar su oportunismo revolucionario que raya con lo absurdo. De hecho y durante las revueltas, sugiere a sus compañeros de armas fusilar a su padrastro.
[5] Otra razón poderosa para su exilio fue la que busco Charles de que se le reconociera fuera de Francia su talento ya que su país natal no supo reconocérselo. Se supone que también esto le impulsó de manera determinante a irse de Francia.
[6] En cuanto a la figura de su madre y lo que ella piensa de él, Baudelaire lo deja entrever a través de sus poemas donde la madre reniega del hijo poeta, leyéndose entre líneas: “No sirves para nada, condenatorio del artista en toda época quizá al no poder desempeñar trabajos comunes al resto de la gente”
[7] Sólo Hugo le escribirá “Usted ama lo Bello. Deme la mano. Y en cuanto a las persecuciones, son grandezas. ¡Coraje!”. También recibe el apoyo de Sainte-Beuve, de Théophile Gautier al que lo dedicó siendo su maestro y amigo y lo apoyaron algunos poetas jóvenes
[8] Referido a la edición de Antoine Adam para Editions Garnier (1961)
[9] Vemos la imagen de la mujer a través de este fragmento de Las Flores del Mal: “Una noche en que estaba con una horrible Judía, como un cadáver tendido junto a otro, pensaba, al lado de aquel cuerpo vendido, en esta triste belleza de la cual mi deseo se priva”.
BIBLIOGRAFÍA
BATAILLE, G. “La literatura y el mal” Editorial Taurus, Madrid 1981
BAUDELAIRE, C.  “Las Flores del Mal” – Edición de Manuel Neila. Editorial Renacimiento, 2010.
BAUDELAIRE, C.  “Las Flores del Mal” – Edición de Eduardo Marquina. Editorial Alhuila, 2001.
CAMPAÑA, M. “Baudelaire, juego sin triunfos” Editorial Debate, Barcelona 2006
DE AZÚA, F. “Conocer Baudelaire y su obra” Editorial Dopesa, Barcelona 1978
SCHLOSSER, J. “La Literatura Artística”. Cátedra, Madrid 1986
GLOSARIO DE OBRAS DE C. BAUDELAIRE
Las obras de Baudelaire
  • El Salón(1845-1846)
  • La Fanfarlo (1847)
  • Du vin et du haschisch (1851)
  • Fusées (1851)
  • L'Art romantique (1852)
  • Morale du joujou (1853)
  • Exposition universelle (1855)
  • Les Fleurs du mal / Las flores del mal (1857)
  • Le Poème du haschich (1858)
  • El Salón de 1859 (1859)
  • Los paraísos artificiales (1860)
  • La Chevelure (1861)
  • Réflexions sur quelques-uns de mes contemporains (1861)
  • Richard Wagner et Tannhäuser à Paris (1861)
  • Pequeños poemas en prosa o Spleen de París (1862)
  • El Pintor de la vida moderna (1863)
  • L'œuvre et la vie d'Eugène Delacroix (1863)
  • Mon cœur mis à nu (1864)
  • Les Épaves / Los despojos (1866)
  • Curiosidades estéticas (1868)
  • El arte romántico (1869)
  • Journaux intimes (1851-1862)

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