Blog para alumnos de los grados de Educación Infantil y de Educación Primaria. Contiene contenidos y materiales sobre Ciencias Sociales. Este es un espacio en el que se pueden encontrar textos y materiales en video que sirven para mejorar el proceso de enseñanza- aprendizaje. Propone un recorrido a través de los lenguajes artísticos: la arquitectura, la escultura, la pintura, las artes decorativas, el cine o la televisión.
Aunque ya hemos tratado en este blog la figura del Greco, no queremos olvidarnos del programa de actividades previstas para este año en el que se celebra el IV Centenario de su muerte.
Desde aquí os invitamos a recorrer esta importante figura del arte en España. Os dejamos un video para que profundizar un poco más en su figura.
En el año 1002 muere el “Victorioso por Alá”, más
conocido como Almanzor (Abu Amir Muhammad ben Abi Amir al-Maafirí,
llamado también al-Manūr bi-llah [938-1002]). El estratega musulmán había debilitado las fortalezas
cristianas en continuas incursiones por el norte haciendo, entre sus más
memorables victorias las que afectaron a la Catedral
de León y a la de Santiago.
Su
muerte coincidió con el declive del Califato de Córdoba que fue sustituido por los Reinos de Taifas y como
consecuencia, el mundo Islámico en la Península Ibérica se dividió disminuyendo
su fuerza.
Al no haber, por primera vez, una
unidad potente a la que combatir, los reinos cristianos del Norte miran por
primera vez hacia Europa y establecen lazos con el mundo ultra pirenaico al no
estar apremiados en defenderse de las peligrosas incursiones islámicas. Las tres unidades políticas
de este momento son: el Reino de León, el
Reino de Navarra (que en el siglo XI comprende Castilla y el norte de Aragón)
y el Condado de Cataluña.
En este contexto histórico se desarrolla
el arte románico en España. A este periodo se le conoce como románico debido al
naturalista Charles de Gervilleque con este nombre se refirió a
la arquitectura que floreció en Europa entre los siglos IX y XII. Al elegir el
término románico pretendió, además, presentar este estilo como una derivación
de la arquitectura romana, resultado de la degradación del gran arte antiguo a
lo largo de las toscas épocas que siguieron a la caída de Roma. La Historia del
Arte actual suele dividir esta época artística en tres fases: primer románico,
desde fines del siglo X al tercer cuarto del siglo XI; románico pleno, en torno
al último tercio del siglo XI hasta mediados del siglo XII y tardorrománico, que
abarca del tercer cuarto del siglo XII al primer cuarto del siglo XIII.
A partir del último tercio del s XI
podemos hablar de una uniformidad en las soluciones constructivas que aunó el
espacio europeo con el de la Península Ibérica. Estas nuevas formas
unificadoras coincidieron con el reinado de Alfonso VI (1072
-1107) de León. Este monarca protegió de un modo especial a la orden cluniacense,
estableciendo su
centro en la Abadía Sahagún de Campo. La orden de Cluny no solo trajo cambios
en la liturgia - cambió en el rito mozárabe por el
gregoriano – sino que sirvió para reforzar los vínculos con Francia y Borgoña.
Además esta orden fue la gran responsable
de la peregrinación jacobea y de su
organización. Una peregrinación
que impulsó el intercambio cultural y artístico entre la Península Ibérica y
Europa. Como muestra podemos hablar del modelo de templo de peregrinación que culminó
en la Catedral de Santiago y de los modelos iconográficos importados para los
relieves así como soluciones arquitectónicas y planimetrías. De España
se exportan a Francia los modillones de rollos y los arcos polilobulados.
El Camino de Santiago entraba en España
por tres rutas diferentes: la ruta oriental por Sompor (Huesca) y enclaves en Jaca,
San Huesa y Puente de la Reina. Una segunda ruta entraba por Roncesvalles
(Navarra) y pasaba por Pamplona, hasta llegar a Puente la Reina. Y una tercera
ruta entraba por Irún hasta Victoria y de ahí a Burgos,
donde se unió a las ya mencionadas.
Esas dos anteriores atraviesan Estela,
Logroño, Najera, hasta Burgos. De ahí a
Compostela por Castrojeriz ,Puente de Hitero, Fromista, Carrión de los Condes, Sahágun
de Campos, León, Astorga, Ponferrada, El Bierzo, Portogarin, Melide y
Compostela. En Carrión de los Condes se encuentra el monasterio de San Zoilo, primero benedictino, luego cluniacense y acabó en manos de los jesuitas en el siglo XIX. Fundado en el 948 se enclava junto al río Carrión en la provincia de Palencia en la comarca de Tierra de Campos, a pocos kilómetros de Fromista y dirección a Sahagún.
En su interior un impresionante claustro proyectado por Juan de Badajoz el Viejo en 1537 con profusa decoración basada en lecturas bíblicas y personalidades de la iglesia. El claustro se comunica con la iglesia a través de un portada en arco rebajado entre columnas abalaustradas. El templo, del siglo XVII, es de una sola nave, cubierta por bóvedas de cañón y cúpula sobre el crucero. Tiene coro a los pies, con sillería y órgano barroco. La portada se atribuye a Felipe Berrojo y tiene dos cuerpos con imágenes de santos. El monasterio cuenta además con otro patio más modesto, ya neoclásico. Desde León,
existió una desviación al relicario de San Salvador de Oviedo que incluso tuvo una peregrinación
propia que pasaba por Pajares, Arbas del Pueto, Mieres, Olloniego. Otra vía
de acceso era por San Isidro (por eso en el concejo de Aller hay
ejemplos románicos). Incluso existió una ruta costera para llegar a Compostela que iba desde
Irún atravesando Asturias y que fue muy transitada a partir del siglo XIII.
Los motivos que llevaban a la
peregrinación eran diversos: La Fé y el carácter devocional o para cumplir
una penitencia. En
la Edad Media, la legislación canónica y civil imponía la
peregrinación para expiar culpas y delitos. Tal fue así que se originó el
peregrino alquilado (una persona debe hacer una peregrinación, pero hay cosas
que se lo impiden o esta próxima a la muerte y entonces deja la peregrinación
en herencia a un hijo o sino alquilaba a alguien para que peregrinara por él. Los atributos
de la iconografía del
peregrino son la bandolera con concha venere y bordón (Bastón que le sirve de apoyo y
para defenderse).
Debido al importante tránsito de peregrinos,
surgen a lo largo del camino unas infraestructuras: se abren caminos, se
construyen hospitales, se edifican malaterías para los leprosos e infraestructuras templarías para cubrir las necesidades
espirituales de los peregrinos.
En
el momento de la plenitud estilística del románico observamos estos cambios constructivos:
·Cambios en las cubiertas: los templos son abovedados por completo y
afectan a los grandes espacios. Aparecen soluciones nuevas tales como la crucería
o la cúpula sobre pechinas de influencia oriental.
·Cambios en la estructura mural: del muro liso y homogéneo
y con decoraciones superpuestas, se pasa al muro estructurado, tectónicamente
activo. Se establecen interrelación entre los elementos sustentantes y los
sustentados. De ese muro estructurado surge un nuevo concepto espacial que
generan células espaciales individualizadas dando origen a un espacio aditivo
bien diferenciado del espacio longitudinal y direccional. Las fachadas articuladas
traducen al exterior
la organización interna y aparecen las portadas
monumentales con profusa ornamentación.
·Surgen nuevos elementos constructivos
tales como los pilares
cruciformes que adoptan esa disposición
para establecer un enlace con los arcos formeros y fajones.
En torno al Camino, hacia el año 1100,
se producen trabajos simultáneos en diferentes enclaves entre los
que destacan: Jaca, Fromista, San
Isidoro y Compostela.
Nos vamos a detener en San Martín de Fromista (Palencia). Su fundación
fue, en torno a 1066 y corrió a cargo de Doña
Mayor, viuda de Sancho el Mayor de Navarra y madre de Fernando I (rey de León).
Se especuló con que
fue construida antes que Jaca, debido a que tenía un aparejo más
menudo pero finalmente se asegura que es contemporánea
a Jaca. Se
fecha en el año 1100 y fue entregada a la orden de Cluny en 1118 a través de su
vinculación con San Zoilo de Carrión de los Condes. Se la ha considerado la
obra perfecta del románico, por su equilibrio y armonía.
Descripción
en planta de Martín de Fromista (Palencia).
Consta
de tres naves
con crucero alineado en planta y tres ábsides
escalonadas. Su cúpula se asienta sobre trompas con cimborrio englobada en
el crucero.
Está totalmente abovedada con cañón
sobre arcos fajones que descansan en pilares cruciformes. Las naves se cubren a diferente
altura dando lugar a un juego de formas en la fachada.
El cimborrio es evolucionado y esbelto sin
que exista otro paralelo en la Península Ibérica y casi
en todo occidente, salvo alguno en Italia de Influencia Bizantina. Los vanos,al igual que en Jaca, son roscas concéntricas
y la central cuenta con moldura abocelada. Las portadasse destacan
en un cuerpo saliente que se cubre con un tejaroz y tacos en los elementos
moldurados.
Los capiteles esculpidos son de extraordinaria belleza
e interés.Los
podemos agrupar en tres grupos: los vegetales cuya función es decorativa, los
compuestos por animales unos representando el bien (pelicanos, palomas,
águilas) y otros el mal (serpientes, lobos, lechuzas). A mitad de camino entre
ambos tenemos los animales fantásticos cuya interpretación es dudosa. El tercer
grupo lo forman los capiteles historiados que representan escenas bíblicas.
También son dignos de observar los canecillos exteriores. Son unos elementos
arquitectónicos que al igual que los capiteles guardan una enseñanza moral o un
recordatorio. Por este motivo las interpretaciones de su significado son
algunas veces muy problemáticas y discutibles.
La
arquitectura musulmana podemos decir que comienza en España con Abderramán I. El instaurar el Emirato Independiente de Damasco que dura desde la ½ VIII- IX
(756-912), fecha en la que se construye la parte más antigua de la mezquita. El edificio fue
construido en el solar de la catedral visigótica de San Vicente aprovechando
parte de sus viejos muros. Se utilizaron columnas y capiteles romanos y
visigodos.
El
aprovechamiento de estas columnas tenía un gran problema: su poca altura. Para
subsanarlo se colocan sobre los altos cimacios del tronco de pirámide invertida
unos pilares sobre los que cabalgan arcos de medio punto entibándose mediante arcos de herradura. Aumenta su
lucimiento con el empleo alternado de piedra, ladrillo y policromía. Estos
arcos de herradura tienen la función de tirantes para evitar los desplomes en
la conjunción del pilar sobre la columna, los arcos superiores de medio punto
tienen la misión de soportar los muros en los que apean las cubiertas.
Tienen
las columnas basas que se ocultaron en la época de Abderramán II, así tras las
restauraciones del piso han quedado visible las basas. Los fustes son de mármol
y granito, y los de la nave central de pudingas rosada, algunos presentan
estrías verticales o en espiral. Los capitales son de mármol blanco, corintio y
compuestos. El cimacio se ensancha hacia abajo de tipo troncopiramidal, entre
la columna y el pilar. Sobre los cimacios cargan unas piezas, de piedra sillar
y de sección cruciforme, en las que apean sobre sus brazos longitudinales los
arcos de herradura mientras que sobre los transversales, volados mediante
modillones de rollos, cabalgan los pilares de planta rectangular. El pilar
superpuesto lleva en su parte alta una imposta volada. De aquí arrancan los
arcos de medio punto que son más gruesos
que los de herradura.
Esta
mezquita contaba con 11 naves, la central conducía al mihrab. Cada nave
constaba de doce tramos. Las naves eran perpendiculares a la quibla. Esta
mezquita fue creciendo conservándose su estilo. Con Abderramán I aparecen los
modillones de rizos. Consisten en unos cilindros en serie que forman el vuelo
del modillón sobre el que se asienta la pilastra que hay encima de las
columnas.
Las
paredes de la mezquita presentan sillares bien escuadrados con la disposición
romana, a soga y tizón. Los tejados de las naves cubiertos a dos aguas.
Característica
de esta mezquita y de todas las españolas es que el mihrab y el muro de quibla
miran al sur y no al oriente(SE), ya que para marchar a La Meca los musulmanes habían de
seguir una dirección meridional.
En
líneas generales puede decirse que el arte hispanomusulmán nace de dos aportes:
- Del arte primitivo musulmán árabe.
- Tradición romana y visigoda
hispánica.
LA
AMPLIACIÓNES
Con Abderramán
II, la sala de oraciones se amplió hacia el río, en dirección sur; destruyendo
el mihrab y perforando el muro de la quibla. En total la superficie ampliada
del haram significa algo menos de dos terceras partes. Se hacen capiteles
nuevos pero copiados de los romanos. Destacamos los cuatro capiteles iguales
dos a dos que soportaban el arco del mihrab de Abd al-Rahman II y que Al-Hakam
II trasladará en su ampliación a su emplazamiento definitivo en el actual arco
del mihrab.
En el
885 bajo el emirato de Mohamend I se construye la Puerta de San Esteban o
puerta de los ministros. El arco ofrece una nueva disposición: arco de
herradura peraltado y enjarjado. Es decir lleva las dovelas de arranque en
disposición horizontal por lo que funciona como un arco rebajado. El trasdos
del arco va con arquivolta, con la que se recuadra el alfiz o arrabá. El arco cobija a su vez una puerta cubierta con
dintel adovelado, envuelto por un recuadro o alfiz.
El
exterior de la mezquita presenta unos sólidos muros robustecidos con
contrafuertes. Se remata con un almenado de formas escalonadas de origen sirio.
Esta fachada tiene sus precedentes en la arquitectura romana.
Abdala
mandó hacer un corredor sabat que iba desde su palacio hasta el mirahb de la
mezquita.
ABD DE-RAHAM III: El Califato
El s. X
representa el máximo esplendor de la
España musulmana. Mucho de esto se debe a la excelsa personalidad
de Abd de-Raham III que llegó a proclamarse califa.
Se
produce la tercera ampliación en la mezquita, se construye el actual minarete,
formado por dos cuerpos de planta cuadrada. Tenía dos escaleras dispuestas en
sentido opuesto las cuales acababan en la plataforma del muecín. Las
proporciones del cuerpo principal eran de 3 a 1 y una unidad más suponían el cuerpo
terminal. Estas proporciones quedaron como rituales en los demás minaretes.
Amplió
el patio, dotó de pórticos y levanto el alminar hoy escondido dentro de la
torre cristiana. La parte de arriba fue demolida. Realizó un refuerzo de la
fachada de la sala de oraciones de Abd- al Raham I.
La
reforma de mayor suntuosidad de la mezquita de Córdoba fue llevada a cabo bajo
Alhaquem II: Para ello fue preciso derribar parte de la obra anterior.
Alargándose más el templo en el sentido longitudinal de las naves de Abderramán
I,II. Se hace el mihrab actual quedando frente a él una especie de nave
transversal o crucero con cúpulas en el centro y las extremidades.
Delante
del mihrab queda la macsura, espacio reservado al soberano. Lo que más
distingue a la obra de Alaham II son las cúpulas del mihrab, macsura y del
lucernario o capilla de Villaviciosa. Todas ellas son nervadas dejando
cupulitas gallonadas en los distintos espacios.
La
novedad son estas cuatro linternas o cimborrios que van cubierta por cúpulas de
arcos entrecruzados. De estas cúpulas dos se sitúan al principio y al final de
la nave central enfrente del mihrab, y dos transversales a esta última.
formando una especie de crucero. A excepción de la capilla de Villaviciosa que
tiene forma rectangular las demás son cuadradas. La macsura: el tramo ante el
mihrab en la nave central y sus dos adyacentes, todo cubierto con cúpulas
forman la maqsura. Son arcos lobulados entrecruzados en aspa en la parte
inferior y sobremontado por arcos de herradura. Estas cuatro cúpulas tienen en
común: están formadas por arcos de medio punto de sillería que se entrecruzan
dejando un polígono central, cerrando la plementería con mampuestos. Estas
cúpulas tienen precedentes orientales tanto en Bizancio como en el mundo
islámico.
Se
emplean en esta ampliación materiales nuevos, los capiteles son corintios pero
formados por hojas simples, cactiformes. Se usa un nuevo tipo de arco que tiene
como característica la desviación de la línea del trasdós, las dovelas bajas
son más cortas que las altas. Además se despiezan al centro de la base.
También
es novedad que en la macsura y capilla de Villaviciosa se usen cruzamientos de
arcos generalmente de herradura y lobulados que también se emplean desde ahora.
La
última ampliación de la mezquita es la realizada por Almanzor. Este aumentó el
numero de naves a ocho por el lado de
oriente, así el mihrab que se encontraba en medio de las doce naves ahora queda
descentrado. Por primera vez se usan arcos de herraduras apuntados.
LA
MEZQUITA DEL CRISTO
DE LA LUZ DE
TOLEDO
Recibió
el nombre cristiano en el 1187. Se ha datado entre el 999-1000. Es un oratorio
de pequeñas dimensiones de planta cuadrada de 8m. En el interior se divide por
medio de cuatro columnas. En su construcción se ha utilizado la piedra
granítica, el ladrillo y el aparejo de cajas de mampostería.
En la
fachada sudoeste que da a la calle abre tres arcos de los que el central es de
medio punto y los laterales de herradura y lobulados respectivamente, encima
hay un friso de arcos de herradura entrecruzados otro friso de rombos y dos
cintas de esquinillas. En la fachada que da al patio se abren tres arcos de
herradura que en altura van doblados por arcos de medio punto.
MADINAT AL-ZAHRA
LA
MEZQUITA
Prototipo
cordobés con naves perpendiculares está orientada al S.E. y el haram está
formado por cinco naves perpendiculares al muro de la quibla con ocho tramos o
intercolumnios.Techumbre plana y tejado
a dos aguas. Este tipo de planta se repetirá en la mezquita mayor de Almería y en
la sinagoga de S. María la
Blanca de Toledo.
LA
ARQUITECTURA CIVIL
Constituye
el taller artístico del arte califal cordobés. La ciudad emplazada en la ladera
de la sierra se estructura en tres niveles o terrazas decrecientes;
dependencias palatinas en la terraza alta, jardines en la media, ciudad en la
baja. La dependencia palatina llegaba a la intermedia. Se diferencian las
casas, los salones de despacho o recepción, las calles o corredores y los
jardines.
Hay que
hacer un inciso en los salones para despacho o recepción de planta basilical
con pórtico orientados en dirección N-S, se les llamó: el salón grande y el
salón rico.
El más
antiguo es el salón rico llamado así por su abundante decoración de
revestimiento mural. Mandado construir por Abderramán III. Tiene un pórtico de
planta rectangular poco profundo y muy ancho. Dicho pórtico da acceso a las tres naves longitudinales del salón
central. Son arcos de herradura, los fustes en mármol azul de Córdoba y mármol
rosado de Cabra. Para entrar a la nave central esta el sistema de triples arcos
de herradura y para las laterales el arco doble mientras que el pórtico al
exterior abre en una serie de cinco arcos de herradura.
El
salón grande: de similar tipología, en al año 1912 se denominó salón de embajadores.
Además
de la planta y disposición de los edificios hay que incluir la cerámica con sus
diversos procedimientos técnicos de cerámica decorada en verde y morado.
De
Bizancio vino la famosa fuente de mármol verde con doce caños en oro. Se
trajeron columnas para Madinat al Zahra. Los pavimentos se combinan con piedra
caliza e incrustaciones de ladrillo rojo. En suma, tanto elementos de tradición
local desde el clasicismo romano a la rudeza visigoda, como elementos de
tradición oriental, bizantinos y omeyas y abbasies
OBRAS DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA
De la
época del emirato sobresale la
Alcazaba llamada el Conventual de Mérida, era un refugio y
casa del gobernador. Destacamos el arco de la puerta que es de herradura
peraltado en menos de 1/3 del radio. Está construida con sillares a soga y
tizón, aparejados irregularmente. Desde el punto de vista de la estrategia
militar es más una fortificación para el sometimiento del territorio que para
prevenir ataques exteriores.
En la
época califal se organiza un sistema de fortalezas que unido a las cercas de
las ciudades aseguran el interior de Al-Andalus tanto contra los ataques
cristianos del N. como contra las posibles invasiones marítimas del S. Si el
terreno donde se levanta el castillo es llano, la planta sigue la tradición
romana, si es por el contrario escarpado el recinto se adapta a las formas del
relieve.
ARTES INDUSTRIALES CORDOBESAS.
Los marfiles: Botes y arquetas,
estas últimas son mayores. Eran de uso femenino destinadas a guardar joyas, ungüentos
y perfumes. La más antigua corresponde al califato de Al-Hakam II (964).
El Bote de la
catedral de Zamora (964) desarrolla el estilo ornamental de la
mezquita de Córdoba. Aparece también un estilo nuevo realizado por Halaf como
la arqueta de Fitero (966) o como el bote de la Hispanic Society
de Nueva York.
Halaf
es un artista extranjero, procedente de oriente, su talla es profunda, rica de
modelado y carnosa, introduce un nuevo tipo de ataurique, de hojas simétricas y
asimétricas, en cuyos bordes aparecen unos anillos u ojetes circulares.
Constituyen un precedente de la decoración de ataurique en las yeserías
almorávides.
También
hay temas figurados, animales, escenas cortesanas, de lucha: El bote de
Al-Mughira en el museo del Louvre (968), la arqueta de Leyre (1005) museo de
Pamplona.
En metales:
arqueta de la catedral de Gerona, 970. Piezas de bronce de procedencia
cordobesa: Dos ciervos uno en el Arqueológico de Córdoba y otro en el de Madrid
que servían como surtidores en las fuentes, son obras fundidas en bronce y
decoradas con grabado a buril formando círculos tangentes que encierran hojas
esquemáticas.
En
cuanto a los tejidos, destacamos la fabrica que se llama tiraz,
entre sus tejidos destacamos el almaizar o velo, se conserva un fragmento del
almaizar de Hisam II.
En
cuanto a la producción de cerámica
está la vidriada o loza de influencia oriental abbassí.
ARTE DE TAIFAS:
Destacamos
la Aljafería
de Zaragoza, fundado por la dinastía hudí. La historia de este monumento ha
sido muy azarosa pasando tras la reconquista de Zaragoza en 1118 a alcázar cristiano de
los reyes aragoneses, con importantes ampliaciones en época de Pedro IV.
El
monumento tal y como se ve ahora es el resultado de una larga campaña de
reconstrucción llevada a cabo por Francisco Iñíguez.
Nos
interesa aquí el palacio taifal del s.XI, es de planta rectangular con
murallas y torreones ultrasemicirculares (16) y una torre rectangular en el
lienzo N. la llamada torre del Trovador.
Entre
las novedades formales destacamos en la Aljafería los capiteles. Hay dos series, los más
pequeños son de hojas lisas, responden a la tradición cordobesa de la mezquita
aljama en su época califal, la serie de mayor tamaño y más vistosa esta llena
de decoración de ataurique las hojas de acanto. Van labrados en alabastro
material característico del valle del Ebro.
LOS BAÑOS:
Tienen
una disposición romana. Encontramos baños en Mallorca, Toledo, Baza pero uno de
los más conocidos es el Bañuelo, junto al río Darro (Granada).
Estaban
formados por varias cámaras de planta rectangular: vestuario, sala fría, sala
central y una sala caliente, esta tenía alcobas laterales. El sistema para
calentar por debajo el suelo de la sala (hipocausto o gloria), era de tradición
romana.
Alcazabas:
Málaga, Granada y Almería.
ARTES DECORATIVAS:
La fuente de los leones: en la Alhambra de Granada.
Formada esta fuente por doce leones en pie, en rueda, que sostenían la taza
original que ahora se halla sustituída por otra nazarí. Toda ella está labrada
en mármol. Esta
escultura animalística es continuación de la tradición califal.
La pila de Xátiva: decoración en bajo
relieve en los cuatro frentes, es de este mismo momento . Tiene escenas de
torneos, danzas, músicos flora, mujer amamantando y luchas de animales.
El taller de marfiles taifales es una
continuación de lo califal: taller de Cuenca.
La arqueta
de Silos tiene
decoración en fajas o bandas paralelas con abundancia de figuras en especial
arqueros disparando flechas a las fieras...
La arqueta dela catedral de Palencia
disminuye la decoración figurada y aumentando el ataurique.
BIBLIOGRAFIA RECOMENDADA:
BORRÁS,
Gonzalo . “El Islam: De Córdoba al Múdejar”. Silex.
MARTIN
GONZALEZ, J.J. “Historia del Arte”. Gredos
JIMENEZ
MARTÍN, A. “El Arte Islámico”. Historia 16
VARIOS.
“Islam, Arte y arquitectura”. H. F. Ullmann
“Mientras no cambie el corazón del hombre Las Flores
del Mal de este sincero escritor permanecerán sin marchitarse”.
Las Flores
del Mal son, en efecto, una metáfora, pero por lo mismo, más honda que la
realidad aparente. Baudelaire ofrece en ella su propia existencia. Pocos
escritores han expresado con tanta exactitud el placer de los sentidos y el
dolor de la conciencia ante la bestialidad o el pecado.
“Habría que añadir dos derechos a la lista de derechos
del hombre: el derecho al desorden y el derecho de marcharse”
C.
BAUDELAIRE
APUNTE BIOGRÁFICO Charles-Pierre Baudelaire, que en 1867
abandonó este mundo, había venido a él un nueve de abril de 1821. Su padre
Joseph-François Baudelaire, un sesentón que había colgado la sotana en 1789;
era, entre otras muchas cosas, un pintor aficionado. Muere cuando Charles
cuenta con tan sólo 6 años. Un día, Charles descubrió un hecho que, en su edad
adulta, no podrá borrar de la memoria: su madre, Caroline Archimbaut Defays,
vendió las pocas pinturas que le quedaban de su marido, cosa que el hijo le
echará en cara en más de una ocasión a lo largo de toda su vida.[1]
Inició sus estudios en Lyon en 1832 y
los prosiguió en París, de 1836
a 1839. Caroline que está aún en edad de merecer; se
desposa en 1828 en segundas nupcias, tras notorio y corto luto, con Jacques
Aupick, a quien le esperaba una fulgurante carrera militar. Charles no olvidará
esta boda y para él, una imperdonable traición de los nuevos esposos hacia su
padre. Por eso sintió aversión por su padrastro y acabó vagando de internado en
internado hasta que se dedicó, sin más, a la bohemia.
Pronto conoció a una prostituta a la
inmortalizó[2]
en Las Flores del Mal: era Sarah “la judía”, también apodada “la bizca” –
de la que se dice que contagió a Charles la sífilis.
En un consejo de la familia y bajo la
presión del ya su padrastro, el general Aupick, deciden alejar a Charles de
París obsequiándole con un viaje, lo que él interpretó como un castigo estúpido.
El nueve de junio de 1841 partió del puerto de Burdeos con destino a Calcuta.
Se trajo de este viaje ese poco de exotismo para sus paisajes soñados que bien
pudiera explicar su afición por Jeanne Duval, una actriz de segunda del Porte
Saint-Antoine, de grandes ojos negros, carnosos labios sensuales, pelo crespo y
todas las virtudes que por aquel entonces se imputaban a las mulatas:
alcohólica, gastadora, mentirosa, ignorante y en tal grado dada a la vida de
placer que el poeta ya nunca pudo separarse de ella. No obstante pasó por
muchos propósitos de enmienda y de ruptura. Pero fue Jeanne su musa tierna,
bestial y satánica, y a ella debió en parte el horror de su existencia y su
gloria final como de poeta.
A su vuelta a París exigió y obtuvo la
ingente suma de setenta y cinco mil francos que le correspondieran de la
herencia paterna. Desde entonces, su comportamiento fue conducido por la
elegancia y generosidad de un dandi y su afición por la noche parisina dilapidó
en tan sólo un año la mitad de su inmenso patrimonio.
Una tentativa de suicidio le
reconcilia provisionalmente con su madre. En 1846, descubre la obra de Edgar
Allan Poe, ese otro incomprendido que se le asemeja, y que durante diecisiete años, Baudelaire va a
traducirla.[3]
Fue además pionero en el campo de la
crítica musical, donde destaca sobre todo la opinión favorable que le mereció
la obra de Wagner, que consideraba como la síntesis de un arte nuevo. También participó
de la revolución de 1848, más por exaltación que por convicción.[4]
En 1857 ve la luz su obra Las Flores del Mal. Y en un corto periodo
de tiempo se publicaron los Paraísos
artificiales (1858-1860). Durante estos años pasó la mayor parte de sus
días al acecho de los acreedores, a pesar de: las ganancias de su pluma, los
envíos económicos que le hacía su madre y las asignaciones mensuales que le
dispensaba su administrador. Las deudas y otras razones[5]
explicarían su autoexilio en Bélgica en abril de 1864.
A partir de aquí, su salud comienza a
deteriorarse. Siente ahogos, sufre crisis gástricas y la sífilis reaparece con
mayor virulencia. Para combatir el dolor, fuma opio, toma éter… físicamente es
una ruina.
Sufre un primer conato de parálisis en
1865, y los síntomas de afasia y hemiplejía, que arrastraría hasta su muerte,
aparecieron con violencia en marzo de 1866, cuando sufrió un ataque mientras
visitaba la iglesia de Saint Loup de Namur.
Trasladado urgentemente por su madre[6]
a una clínica de París, permaneció sin habla pero lúcido hasta su
fallecimiento. Agoniza durante un año. Se apaga a los 46 años, el 31 de agosto
de 1867, en los brazos de su madre. La primera edición de sus obras completas
se publicará en 1939. Charles Baudelaire es considerado el padre, o, mejor
dicho, el gran profeta, de la poesía moderna.
“LAS FLORES
DEL MAL”
DE SU
PUBLICACIÓN Y SU LECTURA
El libro que nos ocupa, titulado en
francés Les fleurs du mal se puso a
la venta el 25 de junio de 1857 y sucedió lo que el poeta preveía: provocó un
importante escándalo. Las Flores del Mal
fueron juzgadas como obscenas y consideradas “ofensivas a la moral pública y las buenas costumbres”. Fue
procesado y obligado a pagar una importante multa: trescientos francos. Sin
embargo, ni la orden de suprimir seis de los poemas del volumen, ni la multa,
impidieron la reedición de la obra en 1861. En esta nueva versión aparecieron,
además, unos treinta y cinco textos inéditos a pesar de sus escasísimos apoyos.[7]
El Prólogo está escrito por el propio
Baudelaire y lleva el elocuente y desafiante título: “Al lector”, en el cual se
hace una honda requisitoria a las bajezas morales que minan las bases
espirituales de la condición humana a través de su fachendoso tránsito por las
diversas edades de la historia.
DE
SU ESTRUCTURA Y MENSAJE
El acercamiento a este libro puede hacerse
perfectamente como un “tratado moral” en el sentido que los moralistas
dieciochescos franceses le asignaban a esta expresión. El poeta alza su estilo lírico
contra la mezquindad, la culpa, el error y demás taras éticas de un mundo,
paradójicamente, en plena expansión capitalista.
La elección del título es ironía y
contradicción. Recordemos expresiones y relaciones que se hacía en épocas
pretéritas entre las flores y la juventud. La flor como símbolo evocador del
amor, de los perfumes… en cambio su poesía es ponzoñosa, las flores, tan bellas
se asocian al mal como concepto. Es un título rico, cromático, evocador. Está
lleno de sentidos, de relaciones. Es una mezcla entre la realidad y el tópico:
es una constante simbólica. Al principio de la obra, Charles se dirige al
lector fusionándolo con él en su necesidad de liberar estos monstruos:… Lector, tú bien conoces al delicado
monstruo, -¡Hipócrita lector -mi prójimo-, mi hermano!
En cuanto a su
estructura, consta de una primera parte, titulada por el bardo maldito Spleen e Ideal que consta de unos cien
poemas de regular extensión y en los cuales habla, como nunca nadie lo había
hecho hasta el momento, sobre la belleza, el orgullo, el remordimiento, lo
irreparable, la música, la tristeza, la obsesión, el dolor, el hastío y el
tedio como materia poética de creación verbal.
A la segunda parte, denominada: Cuadros Parisienses a la que le siguen El vino, Las flores del mal,
Rebelión y La muerte. Textos cuya sola mención ya lo dicen todo o casi todo.
En un apéndice se añade además un suplemento
que consta de los llamados Poemas
Prohibidos y que son: Las alhajas, el
leteo, a la que es demasiado alegre, Lesbos, mujeres condenadas y Las
metamorfosis del vampiro. Y un segundo apartado titulado Nuevas Flores del Mal. Ambas fueron
añadidas por el Charles Baudelaire en la edición de 1861 y en esta edición se
estructuran bajo la consideración inicial marcada por Adam.[8]
Su lenguaje se aleja mucho de los
versos matemáticamente medidos. En vez de tallar la poesía con exactitud
geométrica, la suya se desliza, ondea, vibra según el espíritu que la inspira.
En su métrica predominan los octosílabos
y los endecasílabos agrupados de manera flexible en cuartetos y sonetos libres.
Son rimas constantes, plenas y sonoras.
Busca deliberadamente una musicalidad que a veces parece susurrar misteriosa,
sobriamente, y otras, en cambio, se eleva estridente con timbre metálico. Las Flores del Mal están escritas en un
francés culto, suntuoso y propenso a lo barroco.
DE SU
DECADENCIA POETICA
En líneas generales, el espíritu
poético de Baudelaire era un espíritu presa de un alma insumisa, irreverente
ante los constituidos de la época. Una sensibilidad iconoclasta no podía sino
anidar en una mente profundamente anticlerical. Qué podía pensar un ciudadano
francés al leer algo como esto:
“Oh tú, el Ángel más bello y asimismo el más sabio
Dios privado de suerte y ayuno de alabanzas, ¡Oh Satán, ten piedad de mi larga
miseria!”
Se convirtió así en poeta enemistado
con la lógica que sustenta los tejidos discursivos del mundo moral y religioso
de su época. Fue blasfemo y anticlerical por que hacerlo estaba de moda, porque
era un signo de rebeldía contra la burguesía. Pero esto no significa que no
haya vivido dolorosa, profundamente angustiado por la agonía cristiana, tanto más
intensa cuanto más se le amargaba y ensombrecía la existencia. Si tuviéramos
que apurar algún adjetivo sería el de genio de la poesía de la vacuidad y el
horror.
Considerado padre espiritual del
decadentismo. Los críticos coinciden al señalar que formalmente abrió el camino
de la poesía moderna. Su oscilación entre lo sublime y lo diabólico, lo elevado
y lo grosero, el ideal y el aburrimiento angustioso (el Spleen) se corresponde con un espíritu nuevo, y precursor, en la
percepción de la vida urbana. Además, estableció para la poesía una estructura
basada en las antedichas correspondencias o trasvases perceptivos entre los
distintos sentidos. Las correspondencias equivalen a audaces imágenes
sensoriales que representan la caótica vida espiritual del hombre moderno. El
simbolismo de Rimbaud, Verlaine y
Mallarmé, es deudor de esta profunda concepción estética de Baudelaire.
En resumen, su rebeldía no solo es
contra la sociedad, sino contra el lenguaje que estaba amarrado por la métrica
y la rima. Baudelaire cambio la forma de ver, sentir y escribir sobre el mundo:
crea el poema en prosa; mezcla de lírica y narrativa a través de este nuevo
tipo de escrito que le permite demostrar que la poesía no reside en ninguna
forma. Mezcló los géneros literarios, tal vez porque entendió que estos son tan
solo mecanismos de ataque de la mente a lo que se quiere presentar.
En cuanto a la mujer en Baudelaire,[9]
tiene un papel fundamental en la inspiración, de musa o solo estando presente
en la obra creando, tal y como en la vida, un equilibrio con el hombre. Pero esta
armonía entre los sexos, Baudelaire nunca la entendió totalmente y tampoco
llegó a reproducirla en sus propias relaciones con las mujeres. Conocido en
todo París por su vida desvergonzada y sus numerosas aventuras, Baudelaire tuvo
sin embargo unas cuantas relaciones amorosas que podríamos calificar de serias.
Unas con más influencias que otras sobre su personalidad, pero todas
importantes en su arte poético por formar ciclos, que él denominó como los
ciclos del amor.
El tema de la mujer y de su influencia
sobre el artista es redundante pero importante, sobre todo en el caso de un
personaje como Baudelaire, y lo primero será intentar conocer al poeta un poco
más precisamente. Es casi imposible definir el amor, y aún más cuando se trata
de especificarlo según el pensamiento de alguien que no se conoce directamente;
determinar el pensamiento de Baudelaire es por lo tanto improbable en este caso
pero lo que podemos hacer es intentar delimitar los tipos de mujeres que él
consideraba como tales.
Por último, recordemos que la figura
de Baudelaire se la recuerda como el "Padre espiritual de los
malditos". Antes que nada definiremos el término: Poeta maldito. Con esta denominación se intentaba agrupar a todos
los poetas franceses que de una forma decidida habían contribuido al desarrollo
de la modernidad, que se caracterizaban no sólo por lo novedoso de sus ideas y
poética, sino por su forma de estar en la vida, a contracorriente de todas las
corrientes establecidas y academicistas del momento.
CONCLUSIONES
FINALES
Parece que en
Baudelaire todo llegó a destiempo; poeta contemporáneo al siglo XIX, censurado
por la sociedad hipócrita donde le tocó vivir, alzando su voz valiente
evidenciando dicha hipocresía. La misma sociedad hipócrita, que a los pocos
años despreció el Impresionismo; y miró horrorizada el famoso desnudo de Modigliani
por tener vello púbico.
Fue borracho, opiómano, dilapidó una
fortuna heredada; sus versos eran satánicos, observador crítico de su mundo
circundante, cáustico pero no desde un pedestal, sino, partiendo de sus propias
debilidades humanas.
La
Flores del Mal, es un libro cuyo primer mérito es la autenticidad en el
sentido que no deja de señalar las cosas por su nombre, en una época azucarada
y decadente, en que se hacía uso y abuso del estilo.
París era una ciudad bullente, con
todos sus vicios y virtudes. Todo nos hace pensar que fue un vividor y un vicioso,
pero en sus Flores del Mal no hace
apología de sus vicios, muy por el contrario: los condena uno a uno. Le habla
al altísimo a veces enfadado de ver tanta injusticia; reniega de su mala suerte
y de su destino de poeta, tan poco valorado.
Vive en la época del romanticismo
decadente: todo huele a rosas, no obstante la sífilis abunda y es incurable. Hoy,
parece que a fuerza de elogios infundados, pretendiéramos reparar esa
injusticia practicada en su persona por nuestros antepasados. Algunos hoy lo
tratan del mejor poeta francés de todos los tiempos; del lodo al mármol, sin ningún
pudor ni vacilación.
Resulta doloroso mirar su sufrimiento
y las observaciones que de él se han hecho como si se quisiera justificar su
dolor. Se le acusa por dilapidar su fortuna omitiendo que era un poeta y no un economista
o especulador. Tenía que ser así, morir en la miseria, como tantos grandes lo
han hecho.
Tampoco se ha vacilado en tratarlo de
maldito pero desvirtuando la palabra maldición haciéndola aparecer como
condición obligatoria del talento, por pseudo poetas, muchos de los cuales
exhiben curriculum, que parecen más la postulación a una empresa multinacional,
que la presentación de un artista. Se olvidan que al creador se lo juzga por su
obra, no por su comportamiento personal y privado, tampoco por sus logros
académicos; recordemos que muchos pintores famosos no terminaron la Escuela de Arte, por un
motivo bastante razonable: el evitar influencias. Pero nuestra época se
caracteriza por preferir lo exterior; viviendo el reino de la apariencia y la
superficialidad, pretendemos embellecernos a costa de cirugías; cultivar
nuestros espíritus a través de resúmenes y condensaciones escritas de fácil
digestión, en fin, hemos evolucionado poco desde su época hasta hoy.
Sorprendente su estilo, de ese ser
atormentado por la vida, que no encuentra una razón que lo mantenga “vivo” por
sí solo. Un romántico por excelencia. Un bendito "maldito", este fue
Baudelaire.
[1] Charles Baudelaire cita textual en una de sus cartas: “... aunque mi padre fuera un artista detestable, esas antiguallas tienen un valor moral para mí.”
[2] En concreto lo hace en el poema XXV que así empieza: Harías pasar al mundo entero por tu calle de miseria, / ¡mujer impura!...
[4] Hay que destacar su oportunismo revolucionario que raya con lo absurdo. De hecho y durante las revueltas, sugiere a sus compañeros de armas fusilar a su padrastro. [5] Otra razón poderosa para su exilio fue la que busco Charles de que se le reconociera fuera de Francia su talento ya que su país natal no supo reconocérselo. Se supone que también esto le impulsó de manera determinante a irse de Francia.
[6] En cuanto a la figura de su madre y lo que ella piensa de él, Baudelaire lo deja entrever a través de sus poemas donde la madre reniega del hijo poeta, leyéndose entre líneas: “No sirves para nada, condenatorio del artista en toda época quizá al no poder desempeñar trabajos comunes al resto de la gente”
[7] Sólo Hugo le escribirá “Usted ama lo Bello. Deme la mano. Y en cuanto a las persecuciones, son grandezas. ¡Coraje!”. También recibe el apoyo de Sainte-Beuve, de Théophile Gautier al que lo dedicó siendo su maestro y amigo y lo apoyaron algunos poetas jóvenes
[8] Referido a la edición de Antoine Adam para Editions Garnier (1961) [9] Vemos la imagen de la mujer a través de este fragmento de Las Flores del Mal: “Una noche en que estaba con una horrible Judía, como un cadáver tendido junto a otro, pensaba, al lado de aquel cuerpo vendido, en esta triste belleza de la cual mi deseo se priva”.
BIBLIOGRAFÍA
BATAILLE, G. “La literatura y el mal” Editorial
Taurus, Madrid 1981
BAUDELAIRE, C.
“Las Flores del Mal” – Edición de Manuel Neila. Editorial Renacimiento,
2010.
BAUDELAIRE, C.
“Las Flores del Mal” – Edición de Eduardo Marquina. Editorial Alhuila,
2001.
CAMPAÑA, M. “Baudelaire, juego sin triunfos” Editorial
Debate, Barcelona 2006
DE AZÚA, F. “Conocer Baudelaire y su obra” Editorial
Dopesa, Barcelona 1978
SCHLOSSER, J. “La Literatura Artística”.
Cátedra, Madrid 1986
GLOSARIO DE OBRAS DE C. BAUDELAIRE
Las obras de
Baudelaire
El Salón(1845-1846)
La
Fanfarlo (1847)
Du vin et du haschisch (1851)
Fusées (1851)
L'Art romantique (1852)
Morale du joujou (1853)
Exposition universelle (1855)
Les Fleurs du mal / Las flores del mal (1857)
Le Poème du haschich (1858)
El Salón de 1859 (1859)
Los paraísos artificiales (1860)
La
Chevelure (1861)
Réflexions sur quelques-uns
de mes contemporains (1861)